ProvIenen de diversas fuentes las raíces de los movimiento minoritarios; en todos ellos encontramos anécdotas, verdades, verdades a medias, historias nunca contadas y temas guardados en el olvido; lo cierto es que todos estos grupos han, y siguen enfrentando duras luchas para superar los prejuicios y la discriminación.

Hoy la comunidad LGBT ha logrado ganar algunos espacios de justicia y equidad a través de un largo camino – el cual aún no ha terminado -. Pero un recordatorio y continuidad de lo que se ha logrado, ha sido el establecer Junio, como el Mes del Orgullo LGBT, como un homenaje al levantamiento de Stonewall en junio de 1969 en la ciudad de Nueva York, producto de una trifulca que comenzó en un bar gay, allanado y sentenciado por el constante acoso de las autoridades, terminando en 3 días de graves disturbios.

Con ello comenzaron marchas y manifestaciones, hasta que Brenda Howard, una activista bisexual de Nueva York, apodada la “Madre del Orgullo”, organizó el primer desfile “oficial”, para conmemorar esta fecha.

Por su parte en 1978, Harvey Milk, supervisor de la ciudad de San Francisco – uno de los primeros funcionarios electos abiertamente homosexual -,  junto con el artista y diseñador Gilbert Baker, elaboraron la bandera que hoy caracteriza este movimiento, como un arcoíris, reflejando el gran espectro de los grupos representativos.

Otro dato significativo es que el acrónimo de LGBT, cuyas siglas se refieren a lesbiana, gay, bisexual y transgénero, a continuado agregando otras más, como Q, I y A, para incluir  a los grupos queer, intersexuales y asexuales. 

Lo mas relevante y verdaderamente importante es el trasfondo real de estos movimientos que apuntalan hacia la búsqueda de la derogación y la equidad de derechos humanos, tales como el matrimonio, la adopción, la despenalización de la homosexualidad, la erradicación de los prejuicios y actitudes como la homofobia y la transfobia, así como el respeto a las preferencias. Como lo ha sentenciando en el titulo de su película Rosa Von Praunheim (1971),  Nicht der Homosexuelle ist pervers, sondern die Situation, in der er lebt. “No es perverso el homosexual, sino la situación en la que vive.” 

Me parece que no es necesario dañar la nobleza de que todos somos diferentes y que ello nos hace extraordinarios. Que nuestros gustos y preferencias no nos definen. Que hoy contamos con más conocimientos y entendimiento sobre el hecho de que la diversidad existe en todo lo que nos rodea. Que aceptando nuestras diferencias podemos llegar más alto y más lejos, y que los prejuicios y discriminación, solo minimizan nuestra calidad humana y nos confunden y separan.

Abogemos por una humanidad más equitativa y sin discriminación.