Asi como lo demuestra la historia, el hombre se ha ido adaptando a las diferentes circunstancias que lo envuelven, llevándolo a la evolución, que podría definirse como su respuesta al cambio.
En un principio lo hicieron nuestros ancestros, los homo sapiens hace más de 40,000 años al adaptarse al clima. En otro momento, la economía mundial se transformó, (con la aparición de la máquina de vapor, en 1780), para pasar de la producción agrícola a la industrial, haciendo un cambio sustancial. Y en 1928, en el ámbito de la salud, con el descubrimiento de la penicilina por el científico Alexander Fleming, se hicieron ajustes a la salud que han salvado millones de vidas. Ahora la pandemia del Covid-19 nos demuestra nuevamente, él cómo respondemos a los retos con avances en la medicina, la readaptación a nuevas formas de habitar, convivir y trabajar.
Es así cómo el devenir de la humanidad nos expone a situaciones que aparentemente nos sobrepasan, pero que nuestra capacidad de adaptación y resiliencia nos saca a flote. “Lo que niegas te sometes, lo que aceptas te transforma” diría Carl G. Jung.
Hoy vivimos realidades que nos permiten percibir la desvinculación que habíamos creado entre nuestro ser interno y nuestros interés externos. Descubrimos nuevamente nuestra capacidad de crear nuevos hábitos, transformar ideas preconcebidas y encontrar nuevas oportunidades. Nos dimos a la tarea de evolucionar nuevamente, como lo hemos hecho en otros tiempos y circunstancias.
Hemos descubierto que la seguridad física, mental y financiera son primordiales, pero que el orden de estos factores, había sido tergiversado de manera significativa.
Hoy hablamos de desarrollo personal, de terapias holísticas, de inteligencia emocional, de pensamiento disruptivo, de innovación y de el gran poder que nos da el conocimiento. Se ha demostrado que la tecnología complementa el trabajo y no reemplaza a los humanos, y que cada vez contamos con mayores herramientas de adaptabilidad para generar cambios favorables, que circulan entre la transformación de nuestros pensamientos, el manejo de nuestras emociones, la importancia del conocimiento y la fuerza de la acción.
Cierto es también, que las tendencias de adaptación requieren de procesos mas acelerados y con un mayor grado de consciencia y eficacia para prepararnos más, para un futuro mejor.
No desestimemos el tiempo de aceptación, porque de ello dependerá nuestra agilidad y destreza para adaptarnos a todo lo que venga.
Tenemos un mundo pleno por delante, y deberá ser nuestro objetivo adaptarnos a él con prontitud para contemplar nuevamente victoriosos, nuevos canales, proyecciones y logros de vida.