En esta ocasión y teniendo como pretexto que el próximo 30 de abril se celebra el Día Internacional del Jazz, vamos a comentar acerca de este género musical, tan aclamado y tan querido por millones de personas, alrededor del mundo y que tiene una implicación tan inclusiva, no sólo, en el aspecto musical, sino en el social.

También es un buen pretexto para acercar a muchas más personas a esta sincrónica musical tan importante y cálida, que puede llegar a parecer compleja, por lo que hay que sumergirse en ella para disfrutarla.

Empecemos por los básicos: Si bien el término jazz se ocupa generalmente para aludir a un estilo musical, en realidad es un conglomerado de géneros musicales que comparten características comunes y no necesariamente, representan al género, es decir, podemos usar al jazz como música de fondo, o bien puede ser utilizado para bailar con tu pareja, o bien puede ser la música elegida para una reunión social o de negocios y por supuesto, ciertos tipos de jazz requieren una profunda concentración y una escucha atenta.

El jazz nació como un producto de la cultura afroamericana a finales del siglo XIX en Estados Unidos, sin embargo, siempre ha tenido influencias de otras tradiciones musicales y diversas culturas en el mundo y desde muy pronto fue interpretado por músicos de todo el mundo, por lo que la fusión con ritmos más “blancos”, como el rock o lo electrónico es una realidad desde hace muchos años, aunque algunos críticos insisten en delimitarlo en relación a los músicos afroamericanos solamente.

Existen una serie de cualidades inherentes al jazz que lo hacen único: el ritmo, conocido como swing, la improvisación que juega un papel preponderante en la interpretación y que ha tenido una gran influencia en la música contemporánea y un sonido y un fraseo muy peculiar en los músicos que la interpretan.

Si bien actualmente el jazz es sinónimo de creatividad, innovación y evolución musical, no fue así en sus inicios, cuando el tema racial era muy importante en Estados Unidos.

El jazz surge de una combinación de factores, el primero y el más importante fue la necesidad de la población afroamericana de expresar sus sentimientos, pensamientos, frustraciones y su realidad a través de la música, el segundo, crear toda una cultura diferente con armonías y ritmos que si bien tenían sus raíces en África, también eran influenciados por lo que ocurría en en el sur de Estados Unidos, los salmos, los cantos y las expresiones artísticas, alrededor.

La historia del jazz recorrio ciudades desde New Orleans, Chicago y New York. Los pioneros John Robenchaux, Freddie Keppard, la Tuxedo Brass Band, pasando por el blues y el ragtime, King Oliver, Louis Armstrong, Eddie Kondon, el swing, las Big Bands, Duke Ellington, Count Basie, Bennie Goodman. La llegada del Bebbop significó un cambio profundo, se hacía más énfasis en los solistas, en el artista individual, en las disonancias, polirritmos y de la mano de, los hoy icónicos, Charlie Parker, Dizzy Gillespie y Thelonius Monk, llevaron el jazz a otro nivel.

El nacimiento del cool jazz fue en 1948 con el álbum: Birth of the cool de Miles Davis que llevó a un estilo más meditativo, con mas calma y se consolidó con el álbum mas vendido de la historia del jazz. Kind of blue (1959) del propio Miles Davis es una obra imprescindible para los amantes de la música, pero que, además, es muy disfrutable aún para los no expertos en el género.

Posteriormente llegaría Dave Brubeck y su álbum Time Out (1959), que eventualmente se convertiría en un clásico, vendrían más estilos como el hard bop, el soul jazz, el funky jazz, el free jazz, el jazz-rock, el jazz fussion, el jazz latino y el jazz electrónico, es decir, múltiples influencias y fusiones sin fin para una música que constantemente esta evolucionando y transformándose, hasta llegar a la actualidad con el jazz rap en la que músicos como Kanie West  o A tribe called west provenientes del hip hop, contribuyen a la puesta al día del género.

El Jazz ha tenido grandes interpretes y representantes que han marcado diferentes etapas de su historia, podríamos hacer mención de Ella Fitzgerald, Bilie Holliday, Sara Vaughn, Frank Sinatra, Tony Bennet, Harry Connick Jr., Bobby McFerrin, Michael Bublé, Diamanda Galas, Diana Krull, Antonio Carlos Jobim, Joao Gilberto y un larguísimo etcétera.

Y más allá de la historia, el jazz representa una forma de vida y de pensamiento, en muchos sentidos es sinónimo de libertad, de improvisación y toda una experiencia. 

Pensemos en sumergirnos en este genero y en navegar desde las aguas tranquilas de Miles Davis hasta una banda japonesa como Casiopea, pasando por el músico norteamericano Bob James o por el gran interprete Billy Paul o bien, en el mejor de los casos estar en Bourbon Street en New Orleans, y poder disfrutar de una sesión en vivo con los músicos del lugar.

El Día internacional del Jazz, fue proclamado por la UNESCO en noviembre del 2011 y tiene como objetivo sensibilizar al público sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el dialogo y el refuerzo de la cooperación entre los pueblos.

Se celebra en todo el mundo con conciertos, conferencias, actividades culturales, y los fans y los artistas se reúnen para comprender el impacto, las raíces y el futuro del arte del jazz.