Si hay un espectáculo que uno recuerda en su niñez, son los circos, esas tiendas expectaculares donde se presentan personajes únicos realizando actos increíbles, que no se podían ver en ningún otro lado… y que antes, incluían animales que realizaban trucos inimaginables. El circo es y representa una importante parte de la historia cultural de muchas regiones, una noble empresa construida a lo largo de muchos siglos

La palabra “circo” proviene de los griegos, con ella se hacía referencia a todo tipo de representaciones destinadas a la diversión popular y aptas para toda la familia. En la antigua Roma, el “circo” era el espacio destinado a los juegos públicos, como las luchas de gladiadores, las batallas navales o las competencias ecuestres y de carros, todo para deleite de los espectadores. 

Con los primeros viajes al Nuevo Mundo llegaron noticias a Europa de las costumbres de espectáculos practicadas, como por los aztecas, acróbatas especializados en realizar malabarismos con los pies; también los shoshoni del Sur de California practicaban juegos malabares tales como realizar carreras de velocidad mientras se manipulaban tres pelotas. Paralelamente en China, el arte acrobático tiene una historia milenaria, superior a los 2000 años como lo comprueban hallazgos arqueológicos. Según los apuntes de David Marfil (2004), unas de las pruebas más antiguas de la existencia del circo es un  grafiti encontrado en Egipto en la tumba de Ben Hassan, con fecha aproximada de 2040 a.C.; mientras que en Grecia, los atletas en su búsqueda particular por demostrar su fuerza, realizaban juegos de malabares con objetos de gran peso.

Según el diccionario de la Real Academia Española “El circo era el lugar reservado entre los romanos para algunos espectáculos, especialmente para las carreras de carros y caballos. Tenía comúnmente forma de paralelogramo prolongado, redondeado en uno de sus extremos y con gradas alrededor, para los espectadores”. Pero ademas de cumplir con esas competencias, también se concentraban duelos entre hombres y animales.

El circo tal y como lo entendemos en la actualidad tiene sus orígenes en la segunda mitad del siglo XVIII, momento en que el espectáculo contó con un lugar específico para llevar a cabo sus representaciones. El primer circo moderno fue inaugurado por Philip Astley en Londres Inglaterra, el 9 de enero de 1768. 

El circo se convirtió en un espectáculo artístico, normalmente itinerante, que incluía acróbatas, contorsionistas, equilibristas, escapistas, forzudos, hombres bala, magos, malabaristas, mimos, motociclistas,, tiriteras, tragafuegos, trapecistas, ventrílocuos, entre otros.  Estos espectáculos se montaban en el interior de una gran carpa con pistas y una galerías circundante de asientos para el público.

El circo se estableció como una de las diversiones más populares en el siglo XIX. En 1841 nació el primer espectáculo de circo mexicano, “El Circo Olímpico” de Jose Soledad Aycardo, el cual duró 25 años en escena. Sin embargo, el circo europeo era el más atractivo. Una de las compañías de circo americana más emblemáticas fue el Circo Beas que transportaba 300 artistas por ferrocarril en México, gracias al apoyo de Pancho Villa, quien con ello ofrecía entretenimiento gratuito a sus revolucionarios. El circo mexicano más emblemático en México y en el mundo es el Circo Garcia Hermanos, una familia con gran presencia a nivel mundial entre artistas y propietarios. Por otro lado también se conformó el Circo Atayde Hermanos el 26 de agosto de 1888.

El 9 de diciembre de 2014, la Cámara de Diputados de México aprobó la reforma a la Ley General de Vida Silvestre, la cual prohíbe el uso de animales silvestres tales como felinos, elefantes o primates en espectáculos, particularmente en circos. Los dueños de los circos se vieron obligados a reubicar a los animales, esto significó un grave problema, ya que la nueva ley no contemplaba la creación de refugios para estos, ni obligaba a las instituciones gubernamentales a protegerlos. Se estima que el 80% de los animales murió en los seis meses posteriores. 

En la actualidad, los circos con animales están prohibidos en los siguientes países: Austria, Bélgica, Bolivia, BosniaHerzegovina, Bulgaria, Chile, Chipre, Colombia, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Ecuador, El Salvador, Escocia, Estonia, Eslovenia, Finaldia, Grecia, Guatemala, Honduras, Hungría, India, Inglaterra, Irán, Irlanda, Israel, Italia, Letonia, Líbano, Macedonia, Malta, México, Noruega, Países Bajos, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Portugal República Checa, Rumania, Serbia, Singapur, Suecia y Taiwan.

Sin lugar a dudas el circo es un lugar lleno de magia. Hoy en día existen muchas escuelas que enseñan las prácticas circenses a jóvenes artistas que sueñan con llegar a formar parte del elenco de los mejores circos del mundo. Uno mundialmente reconocido es el Cirque du Soleil de origen canadiense, cuyas representaciones ponen el énfasis en la puesta en escena, que es impresionante al igual que el talento de sus artistas. A estos espectáculos acuden miles de espectadores en todo el mundo y en ellos se combinan la fantasía, el color y las majestuosas coreografías que ponen de manifiesto la innegable habilidad de sus componentes, por lo que se han convertido en la compañía circense más célebre del planeta.

El circo contemporáneo se caracteriza por una mezcla de prácticas de las cuales se pueden destacar la música, el teatro, la pantomima, la acrobacia y la gimnasia. Se trata de un modelo artístico de circo, en el que la técnica está al servicio del arte y de la expresión.

En el circo siempre existía una especie de sosobra… aquella expectativa de que tuvieran un accidente los trapecistas… de que el come fuego se quemara o de que un león se comiera a su domador… era y en su debida medida sigue siendo. un lugar mágico donde solo pasan cosas sorprendentes por donde voltees a ver.

¡Que el Circo viva por siempre!