Las grandes tragedias, los más desesperados momentos personales y las pasiones más sublimes del ser humano, son el contexto para las grandes creaciones -pinturas que evolucionan el arte, moda que refleja estados de ánimo, canciones que se tornan profundas y reflexivas, poemas que abarcan un arcoíris de sentimientos.-
La genética creativa de la humanidad no se basa en el status quo, sino en los extremos divergentes de las emociones y las experiencias.
Cuando conectamos con una obra de arte que nos estremece, enamora o embelesa, es porque ésa obra lleva un fuerte mensaje y contenido del autor, que se entrelaza instantáneamente con nuestras experiencias y emociones comunes encapsuladas en cada una de nuestras células.
Ya sea a la época posterior a la plaga bubónica, a las guerras mundiales, o simplemente después de un desastre en el amor, que las grandes obras tienen un efecto impactante, debido al contexto en el cual fueron creadas.
Entre esas grandes obras encontramos el Autorretrato con dos círculos de Rembrandt, Las Meninas de Diego Velásquez, Guernica de Pablo Picasso, Prisioneros de Miguel Ángel, las pinturas traviesas y delictivas de Banksy, las canciones escandalosas del grupo soviético Pussy Riot, o las obras de arte público moderno del artista disidente Ai Weiwei, quien lanza una enérgica protesta contra la crisis de refugiados en Europa. Asi mismo, la azotea del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York se transformó en escenario del resultado sangriento de la guerra, creado por Imran Qureshi.
La música y la moda van de acuerdo a los tiempos revolucionarios, donde se convierten en estridentes expresiones de el desacuerdo de normas establecidas o se tornan en expresiones de angustia y pesadumbre en tiempos de luto nacional o mundial. De la primera fuente nos llega el rock-and-roll, el twist y el jazz, mientras que de la segunda, las baladas melancólicas y llenas de emoción, con letras introspectivas. Igualmente en la moda, la rebelión nos muestra piezas reveladoras, mientras que en los tiempos de tragedia o desastre se muestran más conservadoras.
En el presente contexto de ésta crisis mundial, en la suma de tragedias personales y nacionales, encontramos que el ser humano, con la ayuda del internet, se une y expresa su amor y su aprecio a la vida, y a la supervivencia humana, a través de la música y el arte por medio de conexiones sociales electrónicas. La paradoja en nuestros días es que, aunque estemos lejos o separados, podemos sentir la cercanía de personas y seres queridos aún al otro lado del mundo, con una intensidad no antes vista.
Al final de la presente experiencia mundial, encontraremos nuevas y magníficas expresiones artísticas en todos los medios, obras y manifestaciones, que reflejarán un mundo transformado, una solidaridad mundial que habíamos perdido, un mejor aprecio de nuestras libertades y las nuevas posibilidades un mundo nuevo.
Jose Rosario González
Ejecutivo de la industria de la música, ex-vicepresidente de Sony Music, cantante, compositor, arreglista y productor.