Una empresa se estanca porque el dueño juega todos los roles operativos y deja fuera su rol más importante, el rol de dueño.
Esto suele ocurrir porque desde que crea la empresa, nace con una visión y enfoque incorrecto, por lo que el dueño del negocio trata a su negocio como su trabajo en lugar de verlo y tratarlo como una empresa.
Por esa razón quiero compartirte cuál es el “MindSET de un Dueño de Negocio”
Humilde: Sabe que NO lo sabe todo y está dispuesto a aprender de todo y de todos con quién se cruce en su camino. Es sencillo y sabe que para lograr grandes resultados requiere de el apoyo de otras personas.
Hambriento de más conocimiento: Lee, se capacita, toma cursos. No está deseando que las cosas sean más fáciles, sino en enfocarse en ser el mejor. Invierte más en él mismo, que en cualquier otra cosa.
Es el ejemplo: Es íntegro y cumple con su palabra, la hace valer. Tiene la garantía moral al pedir algo, porque él lo hace.
Toma riesgos: Sabe que para crecer hay que hacer cosas diferentes y pese a que tiene miedo, dudas e incertidumbre porque el resultado es incierto, lo hace de cualquier forma.
Ama a su equipo: Realmente los ama. Se preocupa por ellos, los cuida, los entrena, los guía. Que no es lo mismo a ser paternalista. (si te interesa mándame un mail y te paso mi artículo llamado: Ser lindo no es bueno).
Suelta y deja trabajar a su equipo: Entrena a su equipo de trabajo, los capacita, los deja actuar y los retroalimenta del resultado y si por alguna razón algo no salió bien, juntos lo evalúan y dan solución.
Está preparado para perder: Sabe que van ha haber equivocaciones y entiende que hay una curva de aprendizaje que tiene que ocurrir, por lo que se hace más tolerante.
Está dispuesto a enseñar: No tiene miedo a capacitar a alguien y enseñarle todo lo que sabe porque pese a que está consciente de que existe el riesgo de que a quien entrena, se vaya de la empresa, sabe que tiene que tener el mejor equipo; uno del cual se pueda sentir orgulloso. Pero así como invierte en entrenamiento, también lo hace para crear una atmósfera agradable para asegurar que su equipo permanezca.
Tolerancia: Sabe que el resultado no es de la noche a la mañana. Se requiere disciplina y consistencia para lograr el resultado.
Agarrar al toro por los cuernos: cuando algo no está bien o no le gusta, actúa de inmediato. No se espera a que las cosas se compliquen.
Esto es todo lo contrario de tratar a tu negocio como a tu trabajo.
¿Cómo te calificas en cada uno de los puntos? Piénsalo…
Esteban De Gyves
Empresario, conferencista y escritor. Su último libro “El problema no es tu negocio, el problema ¡ERES TU!”