La brecha salarial que existe entre hombres y mujeres es un hecho que se puede constatar en varias áreas de la vida. Algunos expertos señalan que la solución para cerrar esta brecha salarial, está en el emprendimiento.

“El emprendimiento implica una plena incorporación de la mujer al mundo laboral, que es un motivo por el que debemos luchar”, explica Eva Serrano, presidenta de Aseme (Asociación Española de Mujeres Empresarias), y añade que implica que la mujer se responsabiliza de su propia toma de decisiones. “El emprendimiento empodera y da fuerza al PIB de un país. Además, se ayuda a que la sociedad sea más 50/50”, explica Serrano.

Las mujeres que deciden emprender son mujeres multitareas que  atienden a los niños, organizan la casa, tienen una vida social activa, cuidan su aspecto y por si fuera poco, deciden un buen día lanzarse a la nube, y tratan de montar un negocio de verdad, basado en sus valores, sus conocimientos, sus experiencias, su empatía para ayudar a otras madres, y su gran capacidad relacional. 

También están las mujeres que han decidido vivir por y para su carrera profesional o para ellas mismas y tal vez su misión, que tienen que aguantar la pesada presión social por su decisión, pero en cualquier caso la de emprender no es siempre una decisión fácil.

Por eso a estas mujeres hoy quiero dedicar este artículo, recordándoles que cada vez somos más mujeres emprendiendo negocios en el mundo, ya que en un reciente informe publicado por la universidad de Stanford sobre la situación de los emprendedores latinos en EE.UU, dice que el número de empresas propiedad de mujeres latinas ha crecido en un 87 por ciento en los últimos años, mientras que los inmigrantes millennials que llegaron a Estados Unidos de niños, representan el 86 por ciento de las empresas propiedad de inmigrantes latinos.

Según el estudio, elaborado por Stanford Graduate School of Business,  las mujeres hispanas y los millennials son los principales impulsores del crecimiento de empresas creadas por latinos en Estados Unidos en los últimos cinco años.

En Europa también se está viendo la misma tendencia, concretamente en España cada vez más mujeres se animan a emprender sus propios negocios, con lo cual se está estrechando la brecha de género un 36% en los últimos 10 años. “La brecha entre emprendedores y emprendedoras ha disminuido desde 2013 de forma continuada”, indica el informe sobre emprendimiento Global Enterpreneurship Monitor (GEM). Las cifras son cada vez más equiparables, y es que, en España, el 45% de la población emprendedora ya lo forman mujeres.

Una de las razones principales por las que cada vez más mujeres están emprendiendo es por la oportunidad que te da el emprendimiento, de gestionar tu propio horario, por lo cual podemos estar presentes en el desarrollo de los hijos, o poder pasar más tiempo con los seres queridos, sin embargo las emprendedoras dicen que es un engaño, ya que además de tener que renunciar a la “seguridad” de un trabajo por cuenta ajena, lo cual conlleva un sueldo fijo todos los meses, se encuentran con que trabajan mucho más horas, que una jornada laboral estándar, porque los emprendedores trabajan 24 horas, los 7 días de la semana.

Y lo peor es que aunque podemos gestionar nuestro horario, también es verdad que tenemos que ejercer al menos en los primeros años de la empresa, de más de 3 roles, como técnico, visionario y gerente, con lo cual la empresa nos requiere muchas más horas y a veces es imposible desconectar para dedicar tiempo a la familia.

La clave está en la reinvención y decidirte a vivir de algo que te apasione, pero para eso primero debes creer en ti misma, para que desde ahí puedas edificar algo en lo que realmente creas, lo que haga vibrar tu corazón.

En mi  libro Yo soy resiliencia, mi propuesta es que primero te reconozcas lo fuerte y resiliente que has sido, reconociendo las miles de veces que te has caído y que aunque creíste que no podrías seguir, te has levantado, y seguramente lo has hecho con mucho más determinación y coraje que antes.

Una vez que tienes claro que sí puedes, tienes que observar el abanico de posibilidades que tienes a tu alrededor y así decidir qué es lo que llena tu corazón. Desde ahí puedes plantearte los objetivos que desees y trabajar para lograrlos, pero con ese convencimiento y no esperando que nadie sino tú, crea a priori, que lo vas a lograr.

Seth Godín en su libro El engaño de Ícaro, se refiere a los emprendedores como “artistas” porque sostiene que tener el coraje y la valentía de dirigirte a una audiencia específica de una forma irreverente mostrando que eres vulnerable, requiere coraje para hacer frente a las masas, hablando de lo que te parece que está mal y quieres cambiar, mostrando una perspectiva diferente. 

Sólo unos valientes se atreven a hacerlo, porque ser vulnerable requiere de una dosis de valentía para mostrar esa otra perspectiva a los demás, que efectivamente ya están sintiendo y al mostrar esta perspectiva, conectarán contigo, sin embargo no todos se atreven a enfrentar la vergüenza de hablar de esa forma, ya que seguramente al conectar con unas personas, se ganarán la enemistad de otras que no están de acuerdo.

Ahí radica la clave de conectar con esa audiencia (tus clientes) y de esa forma convertirte en su mejor opción, pasando a la acción de mostrarte como tal, con el objetivo de ofrecerles un método, una forma distinta de afrontar ese dolor y esas adversidades, y por supuesto, la mejor solución. 

Requiere también un toque de locura, pero como dice Steve Jobs: “Aquellos que están suficientemente locos como para pensar que pueden cambiar el mundo, son quienes lo hacen”

Seth Godín con un toque de maestría, vincula el emprendimiento con el arte, diciendo que “el arte es lo que crea un artista y un artista es alguien que hace algo humano que influye en los demás. Es la conexión del alma y los sueños lo que convierte en arte la obra de una persona. No es arte si no transforma el mundo o por lo menos una pequeña fracción, de alguna manera. No es arte si no es generoso. Y sobre todo no es arte si no hay riesgo. El arte requiere que el artista se preocupe lo suficiente como para hacer algo aunque sepa que podría no funcionar. Hoy en día, cuando nos encontramos en la mayor revolución de nuestros tiempos, todos somos artistas, o por lo menos tenemos la oportunidad de serlo. Lo único que nos lo impide somos nosotros mismos.”

Estamos en una sociedad que se está cuestionando cada vez más la conciliación laboral dentro del bienestar del hombre y la mujer, sin embargo para el papel de las madres emprendedoras, aún queda mucho camino que recorrer, y está en nuestras manos aprender a dedicar tiempo de calidad a la familia, respetando nuestros tiempos, sin dejarnos de lado la salud y el bienestar.

Si eres emprendedora o tienes el sueño de serlo, recuerda que en el camino encontrarás muchos impedimentos, no solo la incomprensión de tu entorno, además de momentos en los que tú misma dudarás de si es el camino correcto, a causa de la inseguridad que te llegará en momentos en los que los resultados no son los esperados, pero recuerda que para lograr tener la vida que deseas, necesitas tener el coraje de seguir adelante, sobre todo en esos momentos en que no sabes a ciencia cierta, hacia dónde se dirige tu empresa.

Sin embargo vale la pena sacar el coraje que hay en tu corazón, porque si conviertes tu trabajo en tu propósito de vida, si esa empresa nace de la pasión que hay dentro de ti, nunca será un trabajo. Lucharás con valentía por lograr las metas de tu empresa y con total seguridad, disfrutarás de los logros con mayor intensidad.

El coraje lo encontrarás dentro de ti misma:

Recuerda que los valientes no son los que no tienen miedo, sino los que avanzan y siguen adelante, a pesar del miedo. Necesitarás anclar tus propios valores al propósito de tu empresa, y para llegar a alcanzar el éxito en tu empresa, necesitarás algunos elementos:

  • La perseverancia, que es tener claros tus objetivos y perseguirlos con pasión.
  • La fortaleza, para seguir avanzando en momentos de desánimo.
  • La resiliencia, salir fortalecida de los obstáculos, porque son parte de un proceso de aprendizaje, ya que no hay empresario de éxito, que no haya tenido fracasos y aprendido de ellos.
  • El compromiso, tener siempre claro que tus valores son los pilares principales que sostienen tu empresa.
  • La acción constante, sigue adelante a pesar de las dificultades.

Elizabeth Esquitín

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Life Coach, Master en Recursos humanos, PR y escritora del libro “Yo soy resiliencia”.