Dentro de cada mujer existen muchas fuerzas internas, que pueden fácilmente ser conectadas por aquellas valientes que se atreven a explorar la forma en que su inconsciente impacta en su vida. A través de los arquetipos que forman parte del universo desarrollado por el psiquiatra suizo Carl Jung, las mujeres pueden conectar con su mundo interior para recuperar su fuerza, reconectar con su sabiduría y abrazar todos los aspectos de las múltiples mujeres que viven en su interior para que las integren y se vivan a su ser completo. 

En 2021, ¿qué significa ser mujer?

Este año, del 15 al 26 de marzo, tendrá lugar la sesión numero 65 de la Comisión  sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, de la Organización de las Naciones Unidas. Dos temas han sido señalados como prioritarios para este encuentro:

  1. La participación plena y efectiva de las mujeres y la toma de decisiones en la vida pública, así como la eliminación de la violencia, para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas;
  2. El empoderamiento de la mujer y vínculo con el desarrollo sostenible 

Más allá del discurso, duele observar lo que se encuentra detrás de esta lucha. En noviembre de 2020, se llevaron a cabo los 16 días anuales de activismo contra la violencia de género, donde personas de todo el mundo se unieron para enfrentar y denunciar la violencia contra mujeres y niñas. Aquí sólo algunos de las denuncias sobre la situación mundial de las mujeres:

  1. Una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sufrido violencia física y / o sexual en su vida.
  2. El 38% de los asesinatos de mujeres son cometidos por su pareja del género masculino .
  3. 200 millones de mujeres y niñas han sufrido mutilación / ablación genital femenina.
  4. Cada año, 15 millones de niñas se casan antes de los 18 años . Lo que significa que 28 niñas son obligadas a casarse por minuto.
  5. Se estima que alrededor de 10 millones de niños son víctimas de explotación sexual infantil.
  6. La violencia de género en el ámbito escolar muestra que una de cada cuatro niñas dice que nunca se siente cómoda usando el baño escolar.
  7. Entre 80 y 100 millones de niñas de la población mundial, están en calidad de “desaparecidas”, víctimas de infanticidio, feminicidio, desnutrición y negligencia por motivos de género.
  8. Una de cada cuatro mujeres sufren violencia física y / o sexual durante el embarazo.
  9. Cada año, hasta 150 millones de niñas en todo el mundo son violadas o viven sujetas a violencia sexual, generalmente por parte de alguien de su círculo familiar.
  10. Más de 700 millones de mujeres vivas hoy, menores de 18 años,  fueron obligadas a casarse cuando eran niñas.

Estas expresiones de violencia reflejan el desequilibrio y la confrontación de dos arquetipos primordiales: el Anima y el Animus. Desde la teoría de la psicología analítica profunda, desarrollada por Jung, el Ánima es la energía femenina presente en los hombres; y, el Animus es la energía masculina presente en las mujeres. Ambos arquetipos dotan a los seres humanos de un equilibrio entre el mundo regido por Logos y el mundo regido por Eros. 

Independientemente de las acciones urgentes que requieren ser emprendidas desde el mundo físico, también hay una batalla que se está librando en el inconsciente personal de cada uno de nosotros; y dentro del inconsciente colectivo, que es el lugar donde existen Ánima y Animus, así como muchos otros arquetipos que nos ayudan a lograr una consciencia más plena y completa.

El Ánima es el arquetipo que representa los aspectos femeninos de la persona. Está relacionado con el amor y la naturaleza de las relaciones.  Jung lo consideró el arquetipo de la vida. Describe el lado inconsciente, femenino, de la personalidad masculina. Nos orienta a la nutrición, no solo física sino de pensamientos y emociones.

El Animus es el arquetipo regido por Logos, que reúne los aspectos masculinos de la persona. Es la energía psíquica relacionada con el pensamiento y las ideas racionales, concretas, objetivas. Descrito por Jung como el arquetipo del significado, está orientado a los logros y las conquistas.

El recorrido psíquico y arquetipal que enfrenta una mujer a partir del equilibrio entre su energía femenina y masculina requiere de una profunda consciencia de ambos arquetipos: Ánima y Animus.

Jornada de la Mujer 

Este recorrido es lo que Jung llamó el camino de la individuación, que consiste en el proceso que enfrenta una persona para obtener una consciencia plena de su ser completo.

De manera general, esta jornada de la mujer consiste en 10 pasos:

  1. Separación de lo femenino
    Consiste en el rechazo hacia lo femenino, que inicia con el nacimiento físico y la separación de la hija del cuerpo materno. Esta separación no es sólo física, sino psíquica, cuando la hija empieza a tener consciencia de ser una entidad diferenciada. Aquí surge un miedo de no ser completa o de ser insuficiente que aparecerá más adelante en la jornada, incluso como un rechazo hacia la propia madre o la femineidad personal. Es el temor a aparecer débil o vulnerable. 
  2. Identificación con lo masculino y reclutamiento de aliados
    En una sociedad patriarcal donde los valores masculinos rigen. Los patrones de éxito están identificados con el ser masculino. La niña observa que el prestigio, estatus, valor y dinero reside en los hombres. Inicia proceso de identificación con su padre, a quien ve más valioso que su madre, y lucha por ser su aliada.
  3. Camino de pruebas:
    Inicia un camino de batallas, donde la mujer enfrenta sus propias batallas. Los ogros y dragones son retos que le impone la sociedad, tales como el mito de la dependencia femenina, el mito de la inferioridad femenina; y, por supuesto, el mito del amor romántico. Probablemente empezará alguna relación amorosa, bajo el principio de sentirse completa a través de su compañero.
  4. Encuentro con la bendición ilusoria del éxito
    En esta parte del recorrido, la mujer pierde de vista su verdadera fuerza interior. Cae bajo la magia de sentirse o convertirse en una super mujer, que es realmente un rechazo a su femineidad. Se vuelve una mujer de negocios muy masculina y exitosa, sin conexión con el mundo del amor real. Fortalece el mito de no sentirse los suficiente para ella misma y lo compensa con energía masculina que socialmente la muestren poderosa.
  5. Despertar de sentimientos de aridez espiritual: muerte
    La mujer experimenta una especie de traición a su propia naturaleza. Se genera una desconexión espiritual. Sienten una especie de abandono o vacío que las lleva a cuestionar si ha valido olvidarse de ellas mismas para lograr el éxito. Su voz masculina les urge a seguir el camino de logros y éxitos. Y la voz femenina les llama a recolectarse. Aquí hay un momento que requiere mucha energía para que la mujer pueda decir “no” a los patrones de éxito masculinos y emprender el regreso a su ser auténtico.
  6. Iniciación y descenso hacia la diosa
    Este momento puede representar un pasaje depresivo. Los éxitos no incluyen la felicidad y la tranquilidad que el amor femenino puede proporcionar. Para reconectar, la mujer inicia un viaje a su propio inframundo. Es un proceso de introspección necesario para volver a su diosa interna. La sabiduría que le permitirá descubrir que logros sin amor siempre resulta vacíos. Es una parte del viaje que puede resultar oscura, pero necesaria para lograr retornar a su verdadero ser
  7. Anhelo urgente de reconectar con lo femenino
    La salida de la oscuridad pasa por un reconocimiento del alma y el cuerpo femenino. Puede presentarse el deseo de ser madre; o un renacimiento del deseo sexual, pero con profundidad espiritual. Es el inicio de la sanación de la división entre el cuerpo y el alma. Los objetivos individuales ceden ante la búsqueda del beneficio familiar o grupal. Es un momento de mucha creatividad.
  8. Sanación de la separación entre madre e hija
    La madre ya no aparece como algo tan temible. La cicatriz emocional empieza a sanar. Ya no sólo hay valor en lo masculino. Se encuentra un gran valor en la divina cotidianidad de ser mujer. A veces otras mujeres del clan aparecen para fortalecer y reclamar el verdadero poder femenino. 
  9. Sanación de la herida masculina
    El daño de la separación entre lo femenino y lo masculino ya no es soportable. La mujer ya no se siente cómoda de verse insuficiente. Y el hombre que dejó de lado su corazón para triunfar en el mundo exterior  ya no se siente satisfecho con la simple posesión de cosas y personas. La sanación viene en el abrazo de ambos personajes heridos. El machismo ya no es sostenible. La relación de pareja se profundiza y puede adquirir un carácter sagrado. La unión ahora es entre una Mujer Sabia y un Hombre con Corazón; y ambos personajes viven dentro de la mujer física.
  10. Integración de lo masculino y lo femenino
    El viaje ha sido circular: Ánima y Animus no están separados. Se sana la separación. Se diluye el mundo físico dual, dando paso a un mundo unido donde la dualidad no se trata de la lucha entre polaridades y eventualmente la mujer toca la unión divina de su ser que la vuelve a conectar con la madre nutriente que la lleva a vivir con amor. Pero, esta nueva consciencia integra su energía masculina que le permite luchar por logros y conquistas, formular pensamientos racionales, objetivos, pero ahora se trata de una vida dentro del amor, que es la verdadera naturaleza de lo femenino.

Ser mujer en el 2021 es la invitación a abrazar lo femenino, es recuperar esa sabiduría que está en cada persona y empezar a vivirla internamente para que pueda manifestarse en esta realidad.