Cuenta la historia de un grupo de peregrinos/colonos, que abandonaron Inglaterra en un barco llamado Flor de Mayo, huyendo de la falta de libertad religiosa, para llegar a América.

Imaginemos su viaje llenó de escasez, incertidumbre, miedo, peligros, muerte e infinidad de retos como el frío, el hambre y con fe y esperanza.

Afortunadamente, al desembarcar en Plymouth ellos no encontraron muros, cercas de alambre, portones cerrados, policías, militares, agentes armados fronterizos, rechazo y odio de los habitantes originales, sino tribus de indios que los recibieron con los brazos abiertos, les convidaron de sus tierras y los enseñaron a cultivar y a sobrevivir en su mundo “salvaje”.

Así, felizmente todos juntos, sin diferencias, sin discriminación, sin títulos de propiedad se sentaron a la mesa y compartieron el pan. Agradecidos infinitamente por los frutos y plenitud de la cosecha en un día otoñal del mes de noviembre.

Este acontecimiento es conocido en los Estados Unidos como el Día de Gracias y se celebra cada año reuniendo a la familia a comer juntos y agradecer por un año más de vida, de cosecha. Para algunas familias estadounidenses es incluso tan importante como la Navidad.

Pero, ¿en realidad qué es la gratitud? ¿Es la gratitud parte esencial de nuestras vidas?

Ésta y otras muchas respuestas las podemos encontrar en el libro de Richard J Cavaness titulado: The Gratitude Effect (El Efecto Gratitud).

Cavaness cita en su libro a uno de los investigadores y expertos mundiales en gratitud más importantes y reconocidos de nuestra época, el doctor Robert Emmons, quien define la gratitud como, “un sentimiento de asombro, agradecimiento y aprecio por la vida.”

Existen muchas otras definiciones de gratitud y el autor Richard Cavaness se dio a la tarea de recopilarlas a través de los años. Por ejemplo, algunos la definen como abundancia, bendiciones, y para otros sencillamente es una virtud que impacta profundamente la felicidad cotidiana.

Según Emmons, los beneficios de la gratitud son innumerables y están íntimamente ligados a la salud mental del individuo.

Multiples investigaciones y estudios científicos sugieren que las personas agradecidas están más predispuestas a ser felices y a no padecer estrés o depresión. Frecuentemente experimentan sentimientos positivos, les gusta ayudar a otros, son capaces de sentir más empatía hacía los demás, sufren menos de ansiedad, soledad y envidia.

Ser agradecido es un reto para el ser humano ya que desgraciadamente no es algo que le nace de forma natural.

Cavaness, explica que vivimos en un mundo materialista donde se ha vuelto común el narcisismo y el ego-centrismo. Nos empuja el miedo y resulta siempre más fácil enfocarse en eso que no se tiene, que sentir agradecimiento por lo que si se tiene.

En general el libro concluye, que para poder vivir con un corazón lleno de gratitud es necesaria la humildad, la alegría, un sentido de altruismo y satisfacción.

Emmons, esta convencido de que la gratitud es una virtud catártica que literalmente puede cambiar la vida y ayudar a verla a través de otra lente que puede poderosamente presentar un nueva perspectiva.

La gratitud tiene diferentes aspectos: el físico, el mental, el emocional, el espiritual e incluso, según nuestros expertos, el financiero.

Cada día se presta para determinar los pensamientos y el rumbo que dictará nuestras vidas.

La gratitud también ayuda a vivir en el ahora, en el presente.

Vale la pena mencionar que el formato del libro es para aprender y poner en practica lo que se va aprendiendo ya que al final de cada capítulo hay una sección titulada “Pensando en mi Actitud”, donde se encuentran enumeradas características que ayudarán a aplicar lo leído.

Si le interesa conocer a fondo, el efecto gratitud, comienza por leer el libro y aplicar lo sugerido, pero también ¿por qué no? ahora que se acerca el Día de Gracias si tienes la suerte de poder juntarte con la familia alrededor de una mesa llena de comida tradicional y abundante, invita a alguien que no corra con tanta suerte, aunque sea un desconocido o una persona sin hogar y comparte tus bendiciones.

Y no olvides siempre dar gracias.

Saluditos y abracitos.

 

Rebeca Gomez

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