Es octubre y miro al cielo a la espera de sus lunas promisorias, sin olvidar lo que aconteció aquel fatídico 2 de octubre de 1968 en la Ciudad de México.

Que días aquellos de nublado trágico, con la represión y matanza de estudiantes.

Ahora 50 años después percibimos venturosamente todas las invaluables enseñanzas y contribuciones a la sociedad mexicana: libertad, justicia y democracia.

Formo parte de esa generación y que más allá de la pérdida de vidas que no olvidamos ni olvidaremos, se abrieron nuevos horizontes para México.

Por eso, celebro que justo en este mes de otoño pleno, se destinen algunas fechas para convocarnos a otras causas nobles que aunque aparentemente poseen una particularidad temática, son eslabones de un mismo ideal.

Me refiero a tres celebraciones internacionales que marcan nuestros tiempos: el 2 de octubre Día a la No Violencia, el 10, Día Mundial de la Salud Mental y el 11, el Día Internacional de las Niñas.

Temas que se interrelacionan y articulan. Por ejemplo, cómo festejar a las niñas si no erradicamos la violencia intrafamiliar o el abuso sexual, en tanto realidades funestas que suelen registrarse en el presente, o por igual, cómo parar tanta depredación, asesinatos o guerras del mundo actual, sin que nuestras sociedades tengan una salud mental que las libere de odios, vesania y ya no digamos de patologías y conductas demenciales.

Conjuntemos entonces día a día, estas tres convocatorias que sellan octubre para conseguir un mundo mejor donde el entendimiento, el respeto y la fraternidad, desplacen a la violencia; donde la salud mental prevalezca tanto por lo que toca a todas las enfermedades o las que ahora reaparecen más notoriamente, como el Alzheimer, o bien esa salud mental que frene la criminalidad, la drogadicción, el suicidio o todo tipo de desadaptación social.

Que Octubre sea ese espacio de reflexión y compromiso para enriquecer y perpetuar un humanismo para el siglo XXI.  

Y con la alegría y el gozo que, en otro ejemplo, nos expresa Luna de Octubre, una bella canción mexicana que empieza así: “de las lunas la de octubre es más hermosa…”