La historia del muralismo en México se destaca a principios de 1920 con el inicio de la época de oro, cuando tres figuras destacaron con sus obras maestras en el continente americano: Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros quienes crearon un movimiento artístico que se desbordaría como un río caudaloso, causando gran revuelo a nivel internacional.
El muralismo, sin embargo, se debe a una herencia más antigua, cuyas raíces culturales se remontan a miles de años atrás, cuando el hombre primitivo plasmaba imágenes en las paredes de sus cuevas. También encontramos muestras en culturas como la de los egipcios, quienes decoraban las paredes interiores de las tumbas. En el continente americano se puede determinar que tanto la cultura maya como la olmeca, dejaron vestigios de magistrales murales que documentaban su historia, su cultura y sus encuentros (a veces no tan pacíficos), con otras culturas, como por ejemplo, el mural de Bonampak.
Después de la llegada de españoles y franceses a México, el sendero de la pintura estaba marcado por copias o reflejos de las obras maestras europeas. Sin embargo, el desasosiego político y la búsqueda de una identidad propia llevó a algunos catedráticos a salirse del sendero de la pintura europea, permitiendo a sus estudiantes expresar temas netamente mexicanos. Fue Gerardo Murillo, también conocido como Doctor Atl, quien expuso que el arte mexicano debería reflejar la vida mexicana. Atl y sus aliados de la Academia de San Carlos pidieron al gobierno de Porfirio Díaz que les permitiera pintar en las paredes para escapar del formalismo del arte europeo. La academia permitió la expresión artística de artistas nativos quienes plasmaron sus colores y sus ideas sobre los nuevos lienzos sólidos.
Al iniciarse la Revolución Mexicana, un grupos de intelectuales opositores: Antonio Curo, Alfonso Reyes y José Vasconcelos promovieron una filosofía populista que se vería reflejada en la siguiente generación de pintores.
Diego Rivera se distinguió por sus frescos monumentales que le ganaron adeptos y admiradores a nivel internacional. Rivera pintó murales en la Ciudad de México, Chapingo, Cuernavaca, San Francisco, Detroit y Nueva York. Su serie de 27 murales “Detroit Industry Murals” para la compañía Ford Motor Company, se encuentra entre sus obras maestras.
José Clemente Orozco era un caricaturista y muralista. Puede considerarse como el más complejo de los muralistas mexicanos. Solía enfatizar el sufrimiento humano, siendo menos realista y mostrando gran fascinación por la maquinaria industrial. Orozco se entiende mejor considerando su filosofía e intensidad en el uso de simbolismos. Los murales de Orozco se encuentran en la Ciudad de México, Orizaba, California (Claremont), New York, Hanover, New Hampshire, Guadalajara (Jalisco) y Jiquilpan (Michoacán).
David Alfaro Siqueiros era un pintor realista social. Hizo arte de la política. Miembro del Partido Comunista Mexicano, apoyó a la Unión Soviética en su intento de asesinato contra León Trotsky. Su obra maestra es “El pueblo a la universidad,” en la Universidad Nacional Autónoma de México, “Del Porfirismo a la Revolución,” “El Tormento de Cuauhtémoc,” “Para el bienestar social de todos los mexicanos,” “Hombre, dueño no esclavo,” y su obra monumental, “La marcha de la humanidad” en el Polyforum Cultural Siqueiros.
El muralismo continúa siendo hoy una expresión popular, reflejando la política, la cultura, los movimientos sociales y las corrientes filosóficas.
Hoy en Egipto, justo en medio de la pandemia, surge un muralismo político que nos hace recordar el muralismo del Porfiriato. En Estados Unidos podemos observar un movimiento que busca reforzar la identida latina a través de murales con personalidades como Selena Quintanilla, César Chavez, Frida Kahlo, la Virgen de Guadalupe y ahora de la desparecida Vanessa Guillén. Entre los más destacados exponentes actuales del muralismo en Estados Unidos se encuentra David Blancas, cuya obra “La Música de San Anto” en San Antonio, Texas ha causado sensación a través de los años.
La necesidad humana de plasmar ideas, pasiones e historia en las paredes, no es exclusividad de nuestros antepasados, continúa viva dentro de cada uno de nosotros.
Jose Rosario González
Ejecutivo de la industria de la música, ex-vicepresidente de Sony Music, cantante, compositor, arreglista y productor.