Con motivo de el Día Internacional de la Mujer me preguntaba, a a partir de las múltiples entrevistas que he realizado a mujeres a través de mi podcast AL DIA, ¿Cuál es la posición de las mujeres hoy, cómo nos sentimos y cuál ha sido el impacto que ha provocado el empoderamiento de la mujer?
Fue revelador en principio descubrir que este término se utilizo por primera vez durante la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Bijing, Pekín. en 1995. En ese momento el empoderamiento se refería a la igualdad de género, al derecho a la educación, y al tema sobre salud sexual y reproductiva. Sin embargo, estoy segura que hoy tiene un significado mucho más amplio.
Haciendo un recuento del cómo visualizo a las mujeres de mi infancia y como veo a las mujeres hoy, es muy significativo el avance de su presencia y posicionamiento en cargos de alto liderazgo, en puestos públicos y políticos, en su expansión en el mundo empresarial, en el mayor ejercicio de su expresión artística, y en la creación de grupos encaminados a la sustentación y apoyo al género.
Creo sin embargo, que el rol de la mujer actual es aún más demandante, si tomamos en cuenta que aparte de ejercer de manera práctica sus aspiraciones y metas, en muchas ocasiones estas se combinan con su maternidad y las actividades propias del hogar, por lo que su situación se vuelve más compleja.
Hoy muchas mujeres asumen puestos de trabajo que consumen largas horas del día, lo que en ocasiones, provoca un resentimiento o sentimiento de culpa, que ha sido impuesto por creencias, por culturas o sociedades que aún estigmatizan la posición de la mujer, lo que no ha sido fácil, y por lo que muchas mujeres sufren esta dicotomía.
Fue una sorpresa escuchar en alguna ocasión “que vivimos en una sociedad en la que se le exige a las mujeres que trabajen como si no tuvieran hijos, y que crien a sus hijos como si no trabajaran’. Nada mas lejano a la verdad. Sin embargo, es importante señalar, que por el otro extremo, existen mujeres que ni siquiera tienen la posibilidad de educarse o trabajar.
Es cierto, se han abierto muchos caminos, algunos a costa de sacrificios y pérdidas. Es nuestra labor, tanto de hombres como de mujeres, educarnos y reconocer el valor de aquellas que con su entereza, fortaleza y convicción, han entablado una incansable e incondicional lucha por lograr un mundo más equitativo y justo para la mujer.
Permítaseme honrar a algunas mujeres que con su ejemplo continuan en esta lucha:
Chimamanda Ngozi, niegeriana, conocida activista y escritora defensora de los derechos de las mujeres. Tawakkul Karman, activista política y periodista, Premio Nobel de la Paz en 2011, icono en la lucha por los derechos y educación de las mujeres en el mundo árabe.Wu Rongrong quien estuvo en prisión por crear una iniciativa contra el acoso sexual femenino en China. Rada Akbar, fotógrafa, artista plástica y diseñadora afgana que a través de su arte ha denunciado la misoginia, los abusos y la violencia que sufren las mujeres en su país, Fiamé, jefa matai y política samoana, quien a sus 65 años es primer ministro en Samoa. Tarsila Rivera Rea, una de las activistas indígenas mas reconocida a nivel internacional, de origen peruano. Melinda Gates, filántropa y empresaria norteamericana autora del libro “No hay vuelta atrás, El poder de las mujeres para cambiar el mundo”, y muchas más que no cabrían en esta lista. Pero también habrá que reconocer a todas las que día a día se levantan a trabajar, que sustentan a sus familias, que cuidan de su hogar y la educación de sus hijos, que empoderan a otras mujeres y que con su ejemplo, fortalecen el camino de otras.
Será nuestro trabajo seguir abriendo esas puertas de una manera consciente y responsable, pero principalmente apoyando a otras mujeres, para que juntas logremos generar la equidad y los derechos de las que todas somos merecedoras.