A diario en mi practica profesional me encuentro con padres que acuden a mi para que brinde a sus hijos herramientas sobre sexualidad y que los acompañe en el proceso de educación de sus hijos. Aunque esto es maravilloso y me alegra enormemente porque es el primer paso cuando los padres se encuentran envueltos en dudas y no saben cómo enfrentar alguna situación, es importante que entendamos que necesitamos transformar nuestra visión sobre la sexualidad, ya que la base de todo está en como nosotros como padres entendamos y asumimos la sexualidad en general.
Aquí les explicare como lo que pensamos, sentimos y como actuamos con respecto a la sexualidad, es lo que vamos a transmitir o a reforzar directamente en nuestros hijos. Y aquí no estoy hablando sobre lo que hago dentro de mi habitación con mi pareja, aquí me refiero a como asumo la sexualidad en todas sus dimensiones.
Lo primero que tenemos que considerar es que todo ser humano tiene un sistema de creencias, las creencias son todas aquellas ideas o pensamientos que asumimos como verdaderos e involucran una serie de componentes psicológicos, biológicos, emocionales, morales, culturales entre otros.
El sistema de creencias se forma de la interpretación que nosotros le damos de forma individual a una idea y de información proveniente del medio en el cual nos desenvolvemos, dando cabida a las actitudes y los valores con los que respondemos ante la vida.
Las actitudes son predisposiciones para opinar sobre algo, a tener una valoración positiva o negativa, designa la orientación de las disposiciones más profundas del ser humano ante un objetivo.
Los valores son principios que nos permiten apreciar, preferir y elegir, creando una tendencia a comportarnos de una determinada manera ante una situación.
Por otra parte, existen temas o situaciones que generan polémica y controversia a nivel social además de involucrar sentimientos personales sobre la misma. En el caso de la sexualidad se dan ambas condiciones, lo que puede generar dificultad para establecer lo que es adecuado o no crenado mitos y tabúes alrededor de esta.
Hoy en día aún existe mucha desinformación, rechazo y vergüenza hacia la sexualidad, para nuestros padres era complejo hablar sobre el tema y todavía para muchos de nosotros también lo es, desconociendo inclusive su propia sexualidad. Sin embargo, cuando asumimos el papel de padres es imprescindible adentrarnos en nuestro propio sistema de creencias y reflexionar a profundidad acerca de nuestras actitudes y valores, ya que de forma consciente o no, les transmitimos a nuestros hijos solo lo que tenemos para nosotros mismos, por el contrario, si transformamos de forma interna nuestras creencias limitantes podremos ofrecer a nuestros hijos un sano desarrollo sexual.
Sí como padres nos mostramos sorprendidos solo por el hecho de que nuestros hijos presenten los comportamientos sexuales esperado para su edad, que muchas veces desconocemos que lo son, somos más propensos a transmitir sentimientos negativos con respecto a la sexualidad. Sí en cambio tenemos conocimiento del tema y reaccionamos con tranquilidad y calma transmitiremos a los niños un mensaje de aceptación y normalidad hacia la sexualidad.
Cuando los niños tienen inhibiciones con respecto a la sexualidad, se dificulta la aceptación de su propia identidad sexual y de los patrones de comportamientos sexuales, y un sinfín de problemas en su desarrollo sexual. Si como padres conocemos y aceptamos nuestra propia sexualidad le transmitiremos a nuestros hijos una visión sana de la sexualidad.
Los padres somos modelos de nuestros hijos con nosotros ellos aprenden respeto, confianza y compromiso emocional. Los padres tenemos la responsabilidad de ser la fuente más influyente en la vida de nuestros hijos y la sexualidad no está excluida de sus vidas. Formarnos y educarnos es nuestra responsabilidad.
Lamentablemente, los medios de comunicación, las redes sociales, la música y los compañeros de la escuela muchas veces son las fuentes principales a las que los niños tienen acceso, otorgándoles una información apartada de la realidad, los niños están permanentemente expuestos a este mundo paralelo sin control, lo que los hace presa fácil y vulnerables a obtener información que muchas veces no están ajustadas a su edad. Cada vez hay mas casos de consumo de pornografía a temprana edad, de abusos sexuales, de grooming, de retos sexuales a los que se están exponiendo nuestros hijos y la mayoría de las veces no estamos enterados, los mensajes sexuales están en todos lados y nuestros hijos están expuestos a ellos diariamente.
Cuando se nos dificulta hablar sobre sexualidad con nuestros hijos, cuando nos escandalizamos ante sus preguntas, cuando evitamos el tema, cuando no sabemos que decir ni que hacer, el mensaje directo que llega a nuestros hijos es hay algo “malo”, algo “que no se puede hablar”, algo “que no se puede mencionar” generando consecuencias a futuro.
Como padres debemos brindar una base sólida de comunicación abierta donde se expresen nuestros valores, el comportamiento y las actitudes sexuales con respeto brindándoles la orientación necesaria y entendiendo que la sexualidad es parte integral de nuestra vida e influye directamente en todas las áreas de funcionamiento del ser humano.
Que puedo hacer para que acompañar a mi hijo en el desarrollo de una sexualidad sana
- Conocer mis creencias, actitudes y valores con respecto a la sexualidad.
- Transformar creencias limitantes acerca de sexualidad.
- Educarme en sexualidad sobre todo en las conductas que se esperan en cada etapa del desarrollo.
- Brindar a mi hijo educación sexual desde su nacimiento.
- Crear espacios de aprendizaje tomando situaciones del día a día.
Si en algún momento de tu vida sientes que como padre se te escapan las cosas de las manos, si te encuentras atrapado en alguna situación que no sabes cómo manejar, si no me siento preparado para abordar el tema busca ayuda profesional