Probablemente muchos de ustedes han oído hablar de Don Miguel Ruiz y tal vez incluso hayan leído alguno de sus libros como el de “Los cuatro acuerdos” -al que nos hemos referido en una edición anterior-. Para los que no lo han hecho, cabe mencionar que Don Miguel Ruiz es un prolífico escritor y maestro espiritual, cuyos libros se encuentran entre los más vendidos a nivel internacional.
Su filosofía se enfoca en enseñar a las personas sobre la sanción interna y la transformación, utilizando la bases de la sabiduría tolteca aprendida por generaciones a través de su familia de curanderos.
Ruiz ha pasado décadas guiando a las personas hacia la libertad personal y en esta ocasión lo hace en este mansucrito llamado “La Maestría del Amor”.
“La Maestría del Amor” describe en un lenguaje sencillo y puntual, verdades que tienen el potencial de transformar la forma en que percibimos nuestras relaciones amorosas, tanto las que proyectamos hacia los demás como la que tenemos con nosotros mismos.
En este libro se abordan temas de autoreflexión. Incitándonos a contemplar el cómo los comportamientos del pasado afectan nuestras relaciones actuales y escudriñando cuáles fueron los actos que provocaron el final de nuestras relaciones anteriores.
Nos enseña a prestar atención cuando el miedo vence al amor y nos aleja de la calidez y la alegría que el amor mismo trae a nuestras vidas.
En el se enfatiza el cómo todas las relaciones comienzan contigo y de la percepción que tienes de ti. Muestra como el amor propio y la autocompasión son algunas de las cosas de las que algunos carecen y por ello se permite el abuso y el maltrato. Por lo que contar con amor propio primero, es una de las piezas clave para tener una asociación próspera y exitosa con los demás.
Ruiz nos muestra el camino de la autosanación, de liberarnos de heridas emocionales que nos permitan recuperar la libertad y la alegría que merecemos. Nos muestra que salimos a buscar el amor porque creemos que no lo tenemos, cuando en realidad contamos con él y en una cantidad infinita; ya que somos criaturas hermosas y amorosas. Por lo que solo necesitamos abrir la puerta al amor propio, para llenar nuestros corazones y con ello extenderlo a quienes nos rodean.
El amor es infinito, el amor lo es todo, todos somos amor. No lo olvidemos.
Es un libro perfecto para ayudarnos a reconfigurar nuestra mente, amarnos a nosotros mismo y a todos los que nos rodean.