La comunicación es un arte, sobre todo en las primeras etapas de los niños. Hoy que la dinámica de vida ha cambiado drásticamente y que las familias se quedan en casa, es una buena oportunidad para estimular a los más pequeños a entrar en formas de aprendizaje para el desarrollo de sus habilidades.
En esta edición de Meraki, les presentamos algunas estrategias para estimular el arte de desarrollar los procesos de comunicación de sus niños.
1. El arte de jugar
Los niños aprenden jugando. El juego ayuda a fortalecer varias áreas de su desarrollo, incluyendo el sistema motor, la función ejecutiva y la comunicación, en ésta última, el juego presenta una gran oportunidad para enriquecer sus modelos de lenguaje, estimulando habilidades pre-lingüísticas, como la atención conjunta si su hijo todavía no habla, o practicar nombrar objetos o acciones en el juego, si su hijo ya habla. Si su pequeño está en la etapa del juego de imitación puede ser divertido y estimulante pretender ser diferentes personas y actuar como ellas. Siempre es importante encontrar el tiempo para jugar y divertirse con su hijo, porque la interacción personal, presenta oportunidades de crecimiento que no se pueden lograr a través de juegos electrónicos.
2. El arte de contar
Los niños aprenden el lenguaje por la interacción, por lo que es importante ayudarles a narrar sus rutinas diarias, lo que hacen, lo que ven. Por ejemplo, al cocinar una sopa, usted puede comenzar diciendo cosas como “las verduras va en la sopa,” “el pollo va en la sopa,” etc. mientras agrega los ingredientes. Esto le presenta a su hijo un contexto concreto para enriquecer su vocabulario. Esto les presenta a los niños un vocabulario que podran usar para describir lo que hacen cuando empiecen a pronunciar las primeras palabras.
3. EL arte de usar gestos o señas visuales
Los niños aprenden vocabulario más rápido cuando se les presenta una referencia visual. El uso de gestos y señas visuales son importantes para llamar su atención hacia ciertos objetos o acciones. Puede señalar a algún objeto en su alrededor mientras lo verbaliza. Igualmente, puede actuar una acción mientras le dice la palabra que representa esa acción. Usar gestos o señas como las que representan “ven aquí” o “mas” también le podrían ayudar a su hijo a entender conceptos que no son tangibles. Cuando su hijo ya reconozca más vocabulario de su ambiente y pueda seguir instrucciones con facilidad, el uso de gestos y señas puede disminuir.
4. El arte de producir sonidos
Algunas de las primeras palabras que los niños producen incluyen sonidos. Estos incluyen sonidos que imitan a animales, vehículos y sonidos de reacción, como “oh-oh!” cuando algo se cae, “ay!” cuando algo le duele, etc. El incorporar estos sonidos en juego o durante rutinas diarias es una forma de aumentar la diversión que se puede encontrar en el uso del lenguaje, lo cual atrae a muchos niños al vocalizar esos sonidos.
5. El arte de modelar vocabulario
Un niño tiene que escuchar una palabra varias veces antes de asignarle significado y reproducirla verbalmente, así que es importante modelar vocabulario nuevo en varios contextos significativos y repetitivos. La estrategia de modelar se puede incorporar en el juego, en rutinas diarias, cuando leen cuentos, o cuando cantan canciones. Por ejemplo, cuando leen un libro de animales, puede apuntar a un animal y decir, “Perro! Yo veo un perro! Es un perro grande! Vamos a tocar al perro!” antes de continuar a la siguiente página. Eso le dará la oportunidad a su hijo de escuchar como usted usa la palabra “perro” en varias situaciones. Cuando le ha dado a su hijo varias oportunidades de escuchar la palabra a través de varios contextos, puede empezar a crear oportunidades para que el empiece a usar esa palabra verbalmente. Una forma de hacer eso es con producir frases abiertas y esperar 5-10 segundos para darle oportunidad a su hijo de completar la frase con el vocabulario nuevo. Por ejemplo, al repasar el libro de animales la próxima noche, puede decir “Veo un” y esperar unos segundos con anticipación para ver si su hijo completa la frase en esta ocasión. Si no lo hace, siga modelando las palabras hasta que lo empiece a hacer.
6. El arte de retener y esperar
La estrategia de retener y esperar le puede ofrecer una oportunidad a su hijo de usar palabras funcionalmente para pedir objetos afuera de su alance, acciones deseadas, repetición, o ayuda. La estrategia lo invita a retener un estímulo y esperar unos segundos a que su hijo busque palabras para pedirlo. Usted puede controlar el ambiente de su hijo para construir oportunidades para usar esta estrategia. Por ejemplo, podría poner su juguete favorito en un librero afuera del alcance de su hijo y dárselo cuando lo solicite por su nombre. Igualmente, podría guardar el juguete en una caja que su hijo no pueda abrir solo y motivarlo a decir “ayuda” o a usar el verbo “abre” para pedirle que abra la caja. Juegos que tienen un final claro, como burbujas, también sirven como buenas oportunidades para usar la estrategia de retener y esperar. Cuando ya no haya más burbujas, espere unos segundos a que su hijo pida “mas” antes de soplar otra vez. Si su hijo todavía no está usando palabras para comunicar, esta estrategia puede ser muy frustrante para él, así que si usted sabe que su hijo no responderá verbalmente, use esta oportunidad para modelar la palabra deseada para que su hijo empiece a imitar sus intentos verbales.
7. El arte de ofrecer opciones
Para niños que todavía no usan palabras consistentemente para pedir objetos deseados, contestar preguntas sobre lo que quieren se les puede hacer difícil. Una manera de disminuir preguntas de final abierto, es decir, ofrecerle dos opciones de las cual escoger. Por ejemplo, al preguntarle a su hijo que desearía tomar, le puede preguntar “Quieres leche o agua?” Esta es una manera de ayudarlo a contestar verbalmente con una de las dos opciones. Enseñarle a su hijo las opciones visualmente podría ayudarlo a entenderlas, si todavía no ha dominado el vocabulario deseado. Si su hijo sigue usando gestos o apuntes para señalar lo que desea, podría fingir no entender lo que trata de comunicar, repetir las opciones verbales, y esperar a que su hijo use una palabra para comunicarse. Si sabe que su hijo todavía no está al alcance de usar palabras para comunicar sus deseos, podría hacer gestos para inferir lo que desea y modelar el uso de la palabra para pedir ese objeto. Por ejemplo, si su hijo apunta hacia la leche cuando usted le pregunta si prefiere leche o agua, podría usted enseñarle la bebida deseada y decir “leche.” Esto le daría a su hijo el modelo de la respuesta deseada y lo motivaría a imitar la palabra verbalmente para recibir el objeto deseado.
8. El arte de repetir
Repetir lo que su hijo dice puede afirmar el significado. Esto es importante para darle confianza al niño para que siga usando lenguaje oral para comunicarse. Puede ser que lo que diga su hijo sea muy corto o que no sea correcto gramáticalmente o en su pronunciación, así que esta estrategia se puede combinar con las dos últimas que le presentaremos en este artículo para afirmar lo que su hijo dice y modelar el uso de frases u oraciones nuevas.
9. El arte de modificar
Una estrategia que se puede usar para estimular el uso de la gramática y pronunciación correcta, incluye modificar lo que su hijo dice. Con esta estrategia, no solo repetirá lo que su hijo dice, si no también le demostrará como se produce el modelo apropiado. Por ejemplo, si su hijo le dice, “El niño bailando,” puede modificar la oración con decir, “El niño está bailando” con énfasis en la palabra agregada. También podría usar esta estrategia para modelar la pronunciación de sonidos si su hijo todavía no ha desarrollado todos los sonidos del habla. Por ejemplo, si su hijo le dice, “Es una vata” cuando ve al animal de la granja, usted puede modificar lo que dijo con decir, “Es una vaca” con énfasis en sonido corregido.
10. El arte de expandir
Una estrategia que se puede usar para ayudar a tu hijo a producir frases u oraciones más largas incluye expandir lo que dice. Al expandir, solo aumente una palabra más a lo que su hijo diga. Por ejemplo, si dice, “Es un gato,” podría expandir esa oración con decirle a su hijo, “Es un gato grande” con énfasis en la palabra aumentada. Esa expansión le modelará a su hijo como combinar más palabras en sus oraciones y pronto empezará a producir oraciones más largas.
La comunicación es un arte que se aprende a una corta edad, por lo que ayudar a sus hijos a expresarse y entender la importancia de la claridad, hará de su desarrollo, una gran aventura.
Doris Kisel, MS CCC-SLP
Terapeuta del habla y de lenguaje especializada en niños. Actualmente imparte terapias en Speech and Language Center of Stone Oak, en San Antonio Texas
Consultas en español www.stoneoakspeech.com (210) 495-9944