Posiblemente en algún momento habrá escuchado de alguien o usted mismo habrá sufrido la pérdida de un empleo. Muchas veces estas situaciones son producidas por cambios estructurales, fusiones o simplemente por necesidades de la empresa. Situación en la cual, los ahora desempleados, generalmente no saben ni por dónde empezar.
Ello me recuerda una historia. A finales del año 2012, Rodolfo, una persona como cualquier otra, ascendió a la Gerencia de Comunicación Interna de su empresa, acrecentando con ello su sueldo considerablemente, lo cual le permitió comprometerse a la adquisición de un inmueble con una hipoteca más elevada. En ese momento, se encontraba a 12 meses de concluir la deuda de su automóvil. La situación era boyante y propicia para tomar unas vacaciones de 7 días con su familia y poder regresar con la energía necesaria para cumplir con las nuevas responsabilidades de su puesto.
Transcurridos 6 meses en su nueva posición y generando resultados por arriba de lo esperado, la empresa perdió una valiosa licitación. Este particular evento puso a la compañía en una situación muy complicada, por lo que tanto Directivos como el Consejo Administrativo, tomaron la decisión de realizar una reestructura organizacional y ejercer un recorte de personal de casi 300 personas.
La tensión y angustia no se hizo esperar y entre los pasillos se veían caras tristes y preocupadas. Ese día Rodolfo abandonaba la empresa, llevando en una mano una caja con todas sus pertenencias y en la otra un cheque que le permitiría estar tranquilo por un corto periodo de tiempo.
Después de 5 meses de no poder encontrar un empleo acorde a sus necesidades, el dinero de su liquidación fue disminuyendo y con ello su estabilidad, seguridad y expectativas.
Diferentes colegas y amigos le recomendaban acercarse a un programa de ayuda, de asesoramiento y coaching para encontrar una pronta incorporación en el mundo laboral con una posición similar o de mayor remuneración.
Es cierto que en esos momentos es difícil pensar claramente, pero muchas veces demeritamos el valor de una asesoría profesional y vemos en ello un gasto y no una inversión.
Precisamente en esos momentos, es cuando más se requiere una capacitación integral que comprenda la búsqueda de empleo, de entrevistas de trabajo, de negociación, de apoyo en la imagen profesional y otros temas relativos.
Es fundamental buscar información de programas que brinden ese asesoramiento dirigido a compartir conocimiento, información y metodologías que puedan hacer que las personas desarrollen todo su potencial cualquiera que sea la profesión; a recuperar la seguridad que posiblemente hayan perdido y a enfocarse en lograr nuevas oportunidades de crecimiento.
Rodolfo decidió iniciar un programa como éste y antes de finalizarlo, logró colocarse en una Gerencia, acorde a su experiencia laboral y sus expectativas económicas.
Hoy en día existen muchas opciones que permiten a las personas enfrentar de la mejor manera posible esa pérdida laboral, afrontar las transiciones y lograr la reinserción en el área profesional en el menor tiempo posible.
Busque programas que tengan como objetivo sesiones de coaching, asesoría, análisis y retroalimentación; partiendo de su situación particular, evaluando sus competencias y habilidades, conociendo sus limitaciones y potencializando y desarrollando sus destrezas.
Desarrolle esas herramientas que sirvan para su crecimiento personal y profesional y que todo ello repercuta en encontrar el empleo que usted se merece.