Entre los muchos días festivos altamente comercializados en el mundo se encuentra el Día de Acción de Gracias.
Su origen se atribuye a una celebración realizada en el año de 1621, entre colonizadores ingleses y la tribu Wampanoag por motivo de una buena cosecha. Si bien la tribu Wampanoag salvó a los colonizadores ingleses de una muerte segura al protegerlos y enseñarles cómo sobrevivir en la región de Plymouth, los ingleses no respondieron con la misma buena voluntad, pues una generación después, se apoderaron de las tierras y las propiedades de la tribu, para expandir su colonia.
El Día de Acción de Gracias sin embargo se basó en los festivales ingleses de buenas cosechas.
La primera manifestación oficial la realizó el Presidente Abraham Lincoln, declarando el “Día de acción de gracias” mejor conocido en los Estados Unidos como Thanksgiving, como un día de celebración nacional en el año 1863. Mas tarde, el Presidente Franklin D. Roosevelt, en 1939, estableció la fecha oficial para el cuarto jueves del mes de noviembre, siendo aprobada por el Congreso Americano en 1941.
Sin embargo, lo que se enseña en las escuelas, es una sinopsis romántica acerca de la “hermandad” que existía entre los ingleses y las poblaciones nativas. Existen muchas historias que han ido cambiando o que no han sido incluidas, como por ejemplo, que no se comió pavo en aquel primer Día de Acción de Gracias o que el pavo (también conocido como guajolote), fue domesticado por los aztecas y ocupaba un lugar preferencial en las culturas azteca y maya. Y así, cronistas fueron agregando detalles románticos a la celebración de aquella buena cosecha, hasta llegar a una fecha idealizada, dónde se incita a sanar las diferencias y dar gracias.
Este enfoque le ha dado un giro positivo a la celebración, hasta hacerla una verdadera oportunidad para hacer el bien. En los Estados Unidos muchas organizaciones, grupos cívicos y personalidades han hecho una tradición durante esta temporada, de proveer comida y entretenimiento a personas de la tercera edad, personas sin recursos o sin hogar.
Recordemos también que la tradición de dar gracias no es exclusiva de los Estados Unidos, es una manifestación mundial milenaria, en la que también nuestros ancestros agradecían por las buenas cosechas y la comida que la tierra les ofrecía. Muestra de ello son las celebraciones que se llevan a cabo entre los meses de septiembre y octubre (ya que en su mayoría las cosechas se recogían durante estos meses), como lo es el Festival Kadazan en Malasia; el Festival de Cosecha Chuseok, en Corea; el Erntedankfest, en Alemania; el Festival de la Luna de la Cosecha, en China; Sukkot, en Israel; Pongal, en India; Thanksgiving, en Canadá; Día de Gracias, en Granada y Acción de Gracias, en Japón.
Lo cierto es que debemos dar gracias todos los días por las bendiciones de contar con buena salud, por tener a nuestros seres queridos o simplemente por haber despertado y poder respirar el aire de un nuevo día y disfrutar de un nuevo sol iluminando nuestra existencia.
El Día de Acción de Gracias lo llevamos dentro y es un sentido común milenario que se refleja en dos acciones básicas: Agradecer con humildad y hacer el bien sin mirar a quién.
Jose Rosario
Ejecutivo de la industria de la música, ex-vicepresidente de Sony Music, cantante, compositor, arreglista y productor.