Como todos sabemos hay elementos que son muy atractivos para nosotros los seres humanos, como lo son los colores. Ello puede ser una consecuencia del porqué elegimos algunos alimentos en comparación con otros.
Generalmente los que nos atraen más, son aquellos que tienen colores cálidos y vibrantes como el amarillo, rojo y naranja; mientras que aquellos con colores fríos como el azul y el morado, probablemente provocan cierto rechazo, quizás por hacernos referencia a comida en descomposición o mal estado.
Más allá de los mensajes que los colores en los alimentos envían a nuestro subconsciente, es importante conocer los beneficios y códigos que encierran, así como sus características nutricionales.
Por lo que recorreremos algunos alimentos de color que debemos incluir en nuestra dieta, de acuerdo a algunos expertos que han logrado descifrar lo que aporta cada tonalidad a nuestra salud.
VERDES
El grupo de los verdes es el que abarca mayor número de alimentos. Este color representa para nuestro cerebro un sinónimo de frescura, naturalidad y por ende algo saludable.
– Qué esconden. Suelen ser vegetales ricos en luteína, un potente antioxidante; pero también con altos contenidos de ácido fólico, magnesio, fibra y potasio. Algunos de los alimentos de esta gama como el aguacate o las espinacas contienen zeaxantina. La luteína y la zeaxantina son xantofilas pertenecientes a los carotenoides, que ejercen un efecto protector frente a enfermedades oftalmológicas como las cataratas.
– Cómo nos ayudan. Los alimentos verdes nos ayudan a mejorar el funcionamiento de nuestro hígado, a hacer mejor la digestión y a prevenir el estreñimiento y enfermedades cardiovasculares.
AMARILLOS Y NARANJAS
Estos colores estan relacionados con la juventud, la alegría, la vitalidad, el buen humor, la luz, el sol y la atención. También encontramos en esta gama, los carotenoides, responsables en este caso de la coloración naranja o amarilla, entre los que se encuentran alimentos como las zanahorias, la calabaza y el mango.
– Qué esconden. Son ricos en vitaminas A y C. También contienen ácido fólico, magnesio, fibra y potasio.
– Cómo nos ayudan. La vitamina A ayuda a cuidar nuestro sistema inmunitario; mientras la vitamina C es un potente antioxidante, imprescindible para la síntesis del colágeno (que aportan alimentos como la carne, el pescado, los huevos, los lácteos y los frutos secos). Según indica Cabo: “También ayudan a la correcta absorción del hierro (presente en alimentos como las legumbres, la carne, los mariscos con concha y los cereales integrales, entre otros.”
ROJOS Y MORADOS
Los alimentos con colores rojos suelen ser brillantes y llamativos y evocan pasión y exotismo.
– Qué esconden. Los alimentos de este color son otra fuente de vitamina C, magnesio y fitoquímicos. Pero sobre todo, contienen licopeno, un tipo de carotenoide, que ha sido objeto de numerosos estudios por sus cualidades. Los de tono más oscuro aportan antocianinas.
– Cómo nos ayudan. Los alimentos rojos nos sirven para cuidar nuestro corazón y mantener una buena memoria. El licopeno, aclara Marqués: “Además de proteger nuestro sistema cardiovascular, tiene un papel protector frente a varios tipos de cáncer.” Por su parte, las antocianinas, responsables de los colores azul y morado, tienen un efecto antioxidante.
BLANCOS
Los alimentos incluidos en esta gama de color, como el ajo, la cebolla, el puerro o la col, nos aportan fotoquímicos como alcinas, antoxantinas e inulina que ayudan a mantener la presión arterial baja, combatir infecciones y actuar como alimento para nuestras bacterias intestinales.
Por lo tanto puede ser muy divertido, pero sobretodo importante el combinar los colores en nuestra dieta y mas aún sabiendo los beneficios que estos alimentos ofrecen a nuestro organismo.
Paul Stephens Geoffrey
Nutriólogo