Podemos considerar el mes de Febrero como el mes de el amor y la amistad, pero una de las constantes inquietudes que me acompañan es hacer de todos los días una ofrenda a estos dos grandes sustantivos. Haré énfasis en la amistad, la cual lleva implícito el amor.
El camino a la amistad se abre en nuestros días, en distintas formas y costumbres a las convencionales, se puede tener hoy día una intimidad mas profunda con alguien que se encuentra a kilómetros de distancia sin haber estado presentes uno frente a otro, que con alguien que cohabita cerca a nosotros. Ello habla de una transformación sociológica que evoluciona como todo en nuestra vida.
Es muy curioso cómo las relaciones se comportan de manera diferente que a la que nos acompañó durante nuestra niñez, para los que ahora somos adultos mayores.
Acostumbrábamos jugar en la calle con amigos, con los que hacíamos pactos de confianza infranqueables. Solíamos enterarnos cuando alguien caía en cama por un simple resfriado y visitarlo. Sabíamos los nombres de los hermanos, primos y hasta abuelitos de nuestros mejores amigos porque convivíamos con ellos y viceversa. Y así, se produce una retahíla de diferencias que hoy se hacen más y más notorias.
No puede decirse qué es mejor o peor, lo cierto es que hoy interactuámos de otras maneras, pero la amistad sigue teniendo la misma connotación emocional y de valía y el perderla sigue tendiendo los mismos efectos en nosotros.
Seguramente todos hemos sufrido algunas decepciones en este camino, mas hoy entiendo y agradezco a todas y cada una de esas personas que tuve la suerte de conocer en el momento y por las razones adecuadas, para dejarme (como probablemente también lo hicieron en ustedes sus amistades), alguna lección que debíamos aprender. Sin embargo, más aún agradezco a las que aun conservo, porque ellas forman parte de lo que da sentido a mi vida.
Los exhorto hoy y todos los días a practicar la amistad como un verbo y no como un sustantivo y encontrar en el vecino, el compañero de trabajo, en la gente con la que convivimos y sobretodo en nuestra pareja y nuestros hijos, ese vínculo de amistad que se basa en el respeto, la confianza, la comunicación y la satisfacción de verlos alcanzar y disfrutar sus metas.
¡Feliz mes de la Amistad!
Claudia Esponda