Aprovechando que la Radio cumplió recientemente 100 años, vale la pena hablar de este medio de comunicación masivo que, si bien permanece y está vigente, también parece estarse diluyendo ante la creciente demanda de nuevos contenidos en otros medios como las plataformas digitales de música y la aparición de nuevos formatos, como el podcast, emanados de la Radio pero que tienen una vida propia y un boom muy interesante en los últimos años.
Un siglo es mucho tiempo y para la Radio ha sido un camino muy largo que va desde las primeras experimentaciones a finales del siglo XIX, el establecimiento de las primeras emisoras comerciales de transmisión continua, la época dorada del medio en los años cuarenta y cincuenta, la llegada de la televisión, las transmisiones vía satélite, la internet, la Radio digital o HD y las plataformas de streaming y las redes sociales; y a lo largo de toda esta historia la Radio ha sido una sobreviviente, que sigue aportando su creatividad, su inmediatez, su sencillez y su espontaneidad, por supuesto, no exenta de problemas, como pueden ser :una excesiva comercialización, crisis de contenidos, autocomplacencia, en el caso de las radios públicas y culturales, exceso de especialización y pedantería al ser no comerciales y evitar a ultranza cualquier tema o alusión a lo llamado ¨comercial¨, y también esta el factor inversión, al ser un medio muy noble y muy barato, los grandes consorcios radiofónicos no han invertido lo suficiente para reposicionar al medio.
Investigaciones recientes nos dicen que el consumo de medios que hacen las generaciones jóvenes apuntan a los contenidos multimedia que tienen al alcance de su teléfono móvil y es un hecho que los más jóvenes entre los 6 y los 24 años no consumen Radio y apuestan a la internet como forma primaria de consumo; lo paradójico es que la Radio se subió a la red casi desde el principio: se hicieron sitios web de las estaciones y se transmitió en línea, pero los contenidos siguieron siendo tradicionales y dejaron de apostar por las nuevas generaciones de radioescuchas.
Un ejemplo claro de esto es la llamada Radio Digital que hizo su aparición en el ya lejano 2007 y que todavía en pleno 2022, aunque ya hay transmisiones regulares y su calidad de alta definición es superior incluso a algunas plataformas, no ha logrado dar el gran paso y situarse como una verdadera opción, debido principalmente a los altos precios de los reproductores y a que todavía mucha marcas de automóviles no los han incorporado a todos los modelos; hay que recordar que en esta modalidad existe la posibilidad de transmitir no sólo música y voz, sino también datos, links que te vinculen a videos o a sitios web del artista, las posibilidades son inmensas y los radiodifusores se siguen conformando con la transmisión tradicional, si bien empiezan a despertar a estas nuevas tecnologías con el uso de apps para sus estaciones y al incorporarse a los grandes consorcios de radiodifusión vía streaming como iHeart Radio.
Ahora bien, aunque todo esto parece apocalíptico, lo cierto es que la Radio todavía guarda una buena salud y, a pesar de todo lo expuesto, sigue siendo un gran negocio, tiene cientos de patrocinadores, el dios rating sigue de su lado y las audiencias, aunque en su mayoría adultos, siguen fieles a este medio de comunicación que ya cumplió un siglo.
Además, para quienes quieren sorprenderse con la programación musical y no supeditarse a sus propias playlist, resulta muy agradable escuchar la voz del locutor anunciando una canción o dar información sobre el artista y el álbum o la gira.
Y hablando de música, es ahí donde se tiene que invertir más en los contenidos, termino la época en la que la Radio era la única generadora de hits y ante la ausencia de ventas físicas de discos, ya no tiene un papel generador de ventas y tendría que diversificar los géneros transmitidos, ya que muchos de los artistas que tienen gran éxito en el mundo digital no están representados en la Radio.
En el libro de Marc Fisher, Something in the air de 2007, el autor hacía hincapié en que la Radio no estaba transmitiendo el tipo de música que estaba vendiendo más o teniendo mucho éxito, como ejemplo actual podemos citar géneros como el Hip Hop o el Heavy Metal e incluso la música de concierto contemporánea que no encuentran una real presencia en las estaciones o inclusive deberían tener estaciones propias, si consideramos la demanda.
Fisher también nos habla de la magia de la radio, ese placer abstracto que tenemos al escuchar una canción que nos recuerda épocas pasadas felices o infelices, el comentario de un locutor o locutora que nos revela cierta información útil o importante, la noticia que nos preocupa y que nos genera una discusión en torno a la política o al deporte o simplemente una charla entre dos conductores, a veces sin sentido, todo esto y más es la Radio y si bien las plataformas de streaming han intentado recrear esta magia, no lo han logrado, falta la locutora con esa voz que nos envuelve, falta el corte a comercial, falta el anuncio de la canción, falta la llamada en cabina, faltan los saludos a los escuchas, en suma, falta la emoción de estar en vivo, de estar en el presente; quizás no tengas todas las canciones, quizás no tengas esa perfección de audio sin interrupciones, pero tienes la calidez y la expectativa de lo que sigue en la transmisión.
Probablemente el mejor ejemplo de esta calidad radiofónica es la BBC que este año cumple 100 años de transmisiones y que es sinónimo de actualidad y riqueza de contenidos, provee productos radiofónicos a todos los públicos, desde su sistema de noticias, uno de los más confiables a nivel mundial, pasando por sus estaciones de música pop y rock, o clásico y jazz, hasta los programas matutinos conocidos como breackfast shows, la transmisión en vivo de grandes eventos como el Festival de Glastonbury, el Diamond Jubilee de la Reina y un largo etcétera que puede ser escuchado en cualquier lugar del mundo desde su portal de internet o su famosa app BBC Sounds, en tiempo real y con contenidos On Demand y por supuesto, una cantidad enorme de podcast con una variedad de temas.
Podemos concluir que la Radio sigue con nosotros bajo diferentes formas y manifestaciones, su futuro está asegurado, pero no está del todo claro, la tendencia parece apuntar a una asociación más intensa con la internet y con los dispositivos móviles, pero lo que sí es cierto es que nos seguirá deleitando mucho tiempo más.