La historia de los juguetes es muy antigua. Los primeros encontrados fueron figuras de barro, animales tallados en madera y muñecos de distintos materiales; todos parte fundamental en la formación e historia del ser humano. Pero además de entretener, han sido una herramienta de imitación para contextos reales y cotidianos en el que vivimos los adultos, pero con ese toque de inocencia y fantasía propio de los infantes, por lo que se vuelven artículos invaluables para sus propietarios.

Como era de esperarse los juguetes relativos a la movilidad no podían estar fuera de esta lista y de acuerdo con algunos antropólogos y sociólogos, son quizás los mas reproducidos en la historia. Siempre han estado presentes en una habitación infantil, sino por lo menos en la memoria de cualquiera. ¿Quién no recuerda un carrito en su niñez?

Los primeros fueron réplicas de carretas y otros vehículos de arrastre como plataformas con ruedas, y trenes. De hecho, a inicios de siglo surgieron los primeros autos de arrastre en miniatura, los famosos autos de baleros.

Bicicletas y triciclos

En los primeros años de la historia de la movilidad mecánica, las bicicletas y triciclos no eran vistos como juguetes pues servían como uno de los principales modos de transporte, además eran muy costosos, por lo que las replicas o modelos miniatura para niños eran sólo disponibles para las familias mas adineradas. Incluso estas fueron las precursoras de la motocicleta, pues con la invención de los motores, estos fueron añadidos para mejorar sus rangos de alcance, así como su velocidad.

Hoy casi cualquier niño del planeta puede disfrutar de uno estos vehículos sin ningún problema, ya que su costo no es inalcanzable.

Los primeros autos de pedales

Las replicas de autos, ya sea con pedales o los montables en donde nuestras piernas la hacen de motor, muy al estilo de los “Picapiedra”, empezaron a popularizarse por 1930, cuando la industria automotriz iniciaba su apogeo. Sin embargo, en su origen los autos de pedales no eran considerados como juguetes, sino para uso real.

Al igual que las primeras bicicletas y motocicletas los autos no estaba al alcance de todos, incluso en algunos momentos causaban temor esas “maquinas con ruedas” que eran poco común verlas transitar en los caminos, sin duda y lo que es una realidad es que llamaban la atención de todos.

Nace el  Velocar

Entre 1930 y 1940 en Francia, Charles Mochet inventó los primeros autos de pedales, estos vehículos ligeros fabricados por Le Pétit Auto, no eran otra cosa que unas rudimentarias carrocerías de madera en donde uno o dos adultos iban montados en bicicletas unidas a una estructura de acero tubular a la cual se le agregaba un chasis de madera que simulaban la de un auto.

Sin embargo, no tuvieron mucho éxito debido a que al poco tiempo surgieron vehículos con motores eléctricos, y quién querría pedalear si podían solo montarse y andar.

El mismo Velocar terminó siendo motorizado con un pequeño corazón de un cilindro. Pero a raíz del estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando la gasolina llegó a ser casi imposible de conseguir, su venta repuntó espectacularmente.

Obviamente terminada la guerra, las ventas se volvieron a esfumar, sin embargo, Mochet no se rindió y empezó a fabricar bicicletas reclinables con las que obtuvo records mundiales de velocidad, concepto que fué retomado en California en los años setenta y que hoy son parte de la cultura ciclista.

Las réplicas realistas

Las versiones de autos de pedal para niños coinciden con el origen del automóvil. Los primeros y más exitosos juguetes de este estilo nacieron en norteamericana, en donde había 5 fabricantes principales: American National, Gendron, Steelcraft, Garton y Toledo Wheel.

Los modelos originales actualmente son considerados auténticas joyas y muy difíciles de encontrar en nuestros días en buenas condiciones.

Los más exclusivos empezaron a verse a partir de los años 20’s y 30’s , siendo muy complicado encontrar algún superviviente de esa época en buenas condiciones, principalmente por la destrucción originada por el óxido. No obstante, en el mercado norteamericano hay algunos coleccionistas que poseen modelos muy bien mantenidos y colecciones dignas de ser admiradas.

Finalizada la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos se convirtieron en la economía mas pujante del planeta y la industria automotriz empezó a vivir un gran apogeo que dio pie a la creación de autos pequeños de imitación como un proceso natural, por lo que no era extraño ver replicas para niños de casi cualquier vehículo existente, pero ahora a precios más accesibles.

El plástico lo cambio todo

Para 1960 la industria del juguete empezó a utilizar el plástico como un material de producción masivo y esto ayudó a popularizar todo tipo de juguetes, los cuales si bien duraban menos, eran mucho más baratos y fáciles de fabricar en grandes cantidades, de hecho, hasta hoy, es el material por excelencia para la fabricación de juguetes. En estos años también se comercializaron los miniautos a escala que sustituyeron a los pequeños autos tallados en madera.

Barbie rompe el molde

Por siempre se ha pensado que el auto es un juguete solo para hombres, pero en 1962 el juguete más vendido en la historia fué la muñeca Barbie, muñeca empoderada que tuvo como primer auto un Austin Healey, posteriormente llegó el Chevrolet Corvette y hoy su cochera prácticamente tiene el modelo que se nos ocurra. Así las niñas también iniciaron esa pasión por tener autos de juguetes sin que la sociedad las tachara de poco femeninas.

Para inicios de 1970 los auto a control remoto revolucionarían el mercado, todos querían tener un auto teledirigido.

Power wheels cambia el juego

Aparece entonces power wheels, si bien estrictamente no fueron los primeros en crear los autos a escala con motores eléctricos para niños, si fue la firma que los popularizó. En ese entonces la empresa Kransco adquirió la juguetera Pines of América que construía de manera limitada este tipo de juguetes, así Kransco los empezó a producir en forma masiva y fueron un absoluto éxito por lo que hasta hoy los podemos ver en patios y parques, donde los niños viven aventuras como adultos a bordo de sofisticados autos como el Ferrari y el Bugatti, entre otros.

Los video juegos

Con las computadoras llegaron los Video Games o video juegos, una industria que hoy factura miles de millones de dólares y que para disgusto de algunos padres, sustituyen los tradicionales juegos de niños por horas detrás de un televisor. Los video juegos con títulos y tramas de autos son de los más buscados, de esta manera el auto se convirtió es una estrella en el nuevo mundo de los juguetes.

Por siempre habrá una infancia sobre ruedas

En este rápido paseo podemos ver cómo los autos de juguete nos han acompañado a lo largo de la historia y sin duda siguen siendo el vehículo que lleva nuestras ilusiones e imaginación a vivir aventuras que cualquier niño recordará.

Además, estamos seguros que todos tenemos un niño viviendo en nuestro interior y como dicen, la diferencia entre los juguetes para adultos y los juguetes para niños, sólo los define el precio.

¿Ustedes que opinan?

Alejandro Guilbert Pastrana

Director editorial Cars México. Analista especializado de la industria automotriz. Editor de libros y revistas.

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