Lo que muchas personas no saben es que algunos alimentos además de tener nutrientes necesarios para mantener el organismo en buen estado, también cuentan con propiedades medicinales, es decir, contribuyen a mejorar la respuesta del cuerpo ante diversos malestares o dolencias, actuando directamente sobre el sistema inmunológico y haciéndolo más eficiente.
Estos alimentos evitan y reducen la posibilidad de contraer enfermedades tales como resfriados y gripes.
Aquí la descripción de algunos de los cuales inciden considerablemente en el sistema inmunológico.
1. Ajo.
Antiguamente se usaba para combatir las infecciones, por ser un eficaz anti-bacteriano, anti-viral y anti-fúngico. El consumo de ajo disminuye la presión sanguínea y retarda el endurecimiento de las arterias. Las propiedades inmunológicas del ajo se deben a su considerable concentración de compuestos de sulfuro como la alicina. Previene los resfriados y combate la fiebre.
2. Almendras.
La vitamina E contenida en ellas, es clave para un sistema inmunológico saludable, así como las nueces y otros frutos secos. Unas 46 almendras crudas con piel, proveen casi el total de la dosis diaria recomendada de vitamina E.
3. Arándanos.
Tienen un compuesto flavonoide llamado atocianina que le da su color y le provee sus propiedades antioxidantes y protectoras. Son valiosos para el sistema de defensa del tracto respiratorio.
4. Aves de corral.
Cuando los virus invaden tejidos del tracto respiratorio superior, el cuerpo responde provocando una inflamación. Los glóbulos blancos acuden al rescate trasladándose a la zona y se defienden causando mucosidad. Al parecer, los ingredientes de la sopa de pollo detienen ese movimiento de las células y evitan así la aparición de las mucosidades asociadas al resfriado.
Tanto el pollo como el pavo tienen vitamina B-6. Unos 100 gramos de carne aportan entre el 40 y el 50% de la dosis diaria conveniente. Esta vitamina es vital en la producción de glóbulos rojos sanos, y el caldo resultante de hervir los huesos contiene gelatina, condroitina y otros nutrientes que ayudan a la salud y la inmunidad de los intestinos.
5. Boniatos.
Contiene abundante betacaroteno, que a su vez aporta vitamina A, buena para la piel y que previene de los daños provocados por los rayos ultravioleta.
6. Brócoli.
Aporta numerosos minerales y vitaminas, entre las que destacan la A, C y E, además de antioxidantes y fibra.
7. Champiñones.
El selenio, junto con las vitaminas B, riboflavina y niacina, es uno de los componentes básicos para aumentar las defensas.
8. Chocolate negro.
Su secreto es la teobromina, que protege a los glóbulos blancos de los radicales libres. No conviene pasarse de dosis, porque tiene muchas calorías y grasas saturadas.
9. Cítricos.
Limones, naranjas, pomelos o mandarinas estimulan, gracias a la vitamina C, la producción de glóbulos blancos, claves para combatir infecciones.
10. Crustáceos.
Aportan una considerable cantidad de zinc. Es básico para que las células que regulan esa función actúen de la forma adecuada. El cangrejo, los mejillones, las almejas y la langosta, son algunos mariscos de los que lo contienen en mayor cantidad.
11. Cúrcuma.
Es uno de los ingredientes básicos de muchos currys. Pero esta especia se usa como antiinflamatorio para los tratamientos de la artritis ósea y reumatoide. Tambien sirve como paliativo a los daños musculares provocados por el exceso de ejercicio.
12. Espinacas.
Se recomienda especialmente por sus antioxidantes y beta carotenos. Favorecen la división celular y reparan el ADN. .
13. Germen de trigo.
Es la parte más interna del grano de ese cereal y sus principales valores son el zinc y las vitaminas E y, especialmente, la B6.
Muchos alimentos contienen propiedades más allá de lo que suponemos, espero que la primera parte de esta guía pueda ayudarle a elegir, no solo productos que enriquezcan el sabor de sus platillos, sino que también le ayuden a mejorar su salud.
Paul Geoffrey Stephens
Nutriólogo, entrenador personal y creador del programa Wellness Point.