México inicia el siglo XX con un movimiento cuyo principio y fin concluye con un propósito diferente. El calendario marca el 20 de noviembre de 1910, cuando el país contaba con un crecimiento social e industrial estable pero sufragado por los sacrificios de la clase baja y media, gobernada por una dictadura que contaba con 35 años al mando del General Porfirio Díaz.

La inconformidad era evidente, marcada por visibles diferencias entre el centro, el norte y el sur del país. El progreso industrial era notorio en el norte, estando en manos de extranjeros y el sur podría decirse se encontraba en un semi-olvido. Ante tales circunstancias surgieron líderes y caudillos cuyo afán era alcanzar el beneficio social. 

Entre los más conocidos se encontraban Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Victoriano Huerta, Emiliano Zapata, Francisco Villa, Alvaro Obregón y quien cerraría este capítulo (el presiente y fundador del PNR, ahora PRI), Plutarco Elías Calles, quien institucionalizaría la Revolución bajo el partido que gobernaría el país por poco más de 70 años.

Una de las razones que podría decirse fue uno de los puntos de partida, fue cuando el Presidente Porfirio Díaz declarara en una entrevista, que no buscaría la reelección al termino de su mandato, la movilización política no se hizo esperar y aparece en escena Francisco I. Madero.

Madero provenía de una familia acomodada, recién llegado de estudiar en Europa, con un pensamiento innovador y vanguardista para los tiempos que se vivían en México. Deseoso y presuroso de un cambio en el país, decide crear su propio partido para participar en las elecciones de 1910, y ahí es donde la historia cambia, ya que el presidente Díaz decide reelegirse y encarcela a Madero mientras éste recorría el país promoviendo su candidatura.

Lo obvio pasó, el general Porfirio Díaz resultó reelecto, faltando así a su palabra y tratando de hacer muy a su manera que se pensara que el país vivía momentos democráticos.

Madero logró escapar de la cárcel y se refugió en los Estados Unidos, en la ciudad de San Antonio, Texas, donde el 20 de noviembre de 2010 proclamaría el “Plan de San Luis”, con el cual oficialmente se daría inicio al movimiento revolucionario.

La movilización no se hace esperar y cuando Ciudad Juárez es tomada por los revolucionarios que congeniaban con Madero, el Presidente Díaz decide abandonar su cargo y se exilia en Francia, llevándose con él la fama de dictador autoritario, así como la de un hombre que llevó a México a un plano de progreso y reconocimiento mundial.

Madero entonces gana las elecciones y en la vicepresidencia, José Maria Pino Suárez. Sin embargo, Madero no sabía en realidad qué se había sacado “La rifa del tigre”, ya que México tenia muchos más problemas que el de el ex presidente Porfirio Díaz. Eran tiempos en que el movimiento político, social y militar estaba en apogeo. 

Madero no estando a la altura de las circunstancias, le da la espalda a muchos de los que lo apoyaron, alimentando grandes diferencias con los líderes del movimiento revolucionario como Emiliano Zapata y Pascual Orozco. Poco a poco fue perdiendo apoyo y la situación fue aprovechada por el General Victoriano Huerta, Félix Díaz y Bernardo Reyes, los cuales terminaron por traicionarlo, dando un golpe de estado y con él su asesinato, el de Pino Suárez y el de su hermano Gustavo A. Madero, lo que hoy conocemos como la “Decena trágica”.

La llegada de Victoriano Huerta a la presidencia atrajo a los militares, principalmente a Venustiano Carranza, pero después de un año continuaban los conflictos y Victoriano Huerta decide dejar la presidencia y huir al exilio.

Si se hubiera pensado que ahí se calmarían las aguas, no fue así, las diferencias entre los Huertistas se hicieron más fuertes y hábilmente Venustiano Carranza, nombrado entonces el “Jefe de la Revolución” en el Plan de Guadalupe, convocó a una reunión de las fuerzas en desacuerdo a la que se conocería como “La convención de Aguascalientes”, donde deciden nombra a Eulalio Gutiérrez como presidente del país.

Parecía que llegaría la paz y el orden dando por concluido el movimiento armado, pero nada mas lejano de la realidad, ya que Venustiano Carranza decide desconocer la Convención. ¿Porque? Pues porque afectaban directamente sus intereses de ser él quien dirigiera el destino del país, y después de cumplir su propósito y desmantelar la Convención, le da el poder a los nombrados Constitucionalistas de redactar una nueva Constitución y llegar a la presidencia en el año de 1917.

A los 7 años de iniciado el movimiento revolucionario que planteaba en un principio derrocar a Porfirio Díaz y tener a Francisco I. Madero como presidente y llevar al país a una estabilidad y desarrollo social y económico hegemónico, el país se encontraba en un punto donde su población seguía inmersa en casi las mismas situaciones que antes y hasta podría decirse  que hasta en peores condiciones, porque el levantamiento armado empobreció aún más a los pobres y orilló a un semi colapso social y político.

En este periodo y en el devenir en la lucha por mejores condiciones de vida para la población y defender las causas revolucionarias, líderes y caudillos como Francisco Villa, Emiliano Zapata y el mismo Venustiano Carranza eran traicionados y asesinados entre 1919 y 1923.

Las “última” convulsión revolucionaria que viviría el país sería el asesinato del General Álvaro Obregón en el año de 1928, a las puertas de su mandato.

La revolución Mexicana es un periodo largo y doloroso de lucha de poder.

No tiene una fecha definida como término, pero podría considerarse durante el mandato del general Plutarco Elías Calles, cuando el país llegó a puerto, dejando de lado los movimientos armados, aunque no los movimientos políticos.

La historia se cuenta desde muchas perspectivas y con muchos claro obscuros, pero al final se muestra un México conformado como una gran nación, llena de gente extraordinaria y trabajadora que sigue en busca día a día de lograr el bienestar.

Mauricio Navarro

Productor, realizador de Video y TV Consultor en comunicación.

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