Los contagios de COVID-19 siguen en aumento en cada continente, y su avance parece imparable. El viernes 6 de Marzo, se superaron los 100,000 casos; y este número de casos confirmados, supera la cantidad de otras conocidas epidemias de años recientes como SARS, MERS o Ébola. Aunque este nuevo virus es menos letal que esas otras enfermedades, sí es más contagioso.
Hay muchas preguntas asociadas a COVID-19 que los científicos seguimos intentando responder. Hasta el momento, sabemos que es una enfermedad que se transmite a través de pequeñas particulas expulsadas cuando una persona infectada tose o estornuda, pero aún no queda claro cuánto tiempo sobrevivir el virus en diferentes superficies –por ello nos recomiendan lavarnos las manos con frecuencia y no tocarnos la cara.- Tampoco es absolutamente claro su medio de transmisión, por lo que en cierta medida puede hacerlo como un aerosol y viajar entre habitaciones.
Yo, además de ser biotecnóloga, soy una latinoamericana viviendo en China. He visto cómo ante la incertidumbre, se han tomado muchas medidas que pueden parecer excesivas pero sin duda han sido efectivas para contener los contagios.
La ciudad en donde vivo cuanta con una gran historia y también con mucha gente. Chengdú es famosa por los pandas y el hot-pot (un tipo de sopa picante, con verduras y carne); es un lugar frío y húmedo de Diciembre a Marzo. Con sus más de dieciséis millones de habitantes, lo cual sonaría como una suculenta receta para una masiva cantidad de contagios.
Pero les quiero contar, cómo es que aquí, a más de 1,100 Km de Wuhan, las implementación de múltiples acciones PREVENTIVAS nos han hecho una de las provincias con el menor índice de contagios (no llegamos ni a 150 casos) y desde el 21 de Febrero no se ha registrado ningún otro. El secreto ha sido la coordinación y colaboración en TODOS los niveles de la sociedad.
Aquí unos ejemplos:
Se ha hecho que lavarse las manos con frecuencia y con la forma correcta sea obligatorio, al entrar al área de convivencia con otras personas, y todas las recepciones tienen desinfectante de manos disponible.
En las areas residenciales, los vigilantes han incrementado un estricto control de entradas; sólo los residentes con contrato pueden entrar al mostrar un pase especial. No se puede invitar a amigos y familiares a las casas por el momento.
Se toma la temperatura de cada persona, y si alguien tiene FIEBRE, se comunica a la unidad de atención de casos sospechosos.
Se desincentiva que las personas se aglomeren en sitios de convivencia pública
Las áreas comunitarias se desinfectan con frecuencia (cada 3 o 4 horas) con alcohol al 75% o con soluciones con Cloro (hipoclorito de sodio)
Las empresas han implementado sistemas que permiten que la mayoría de los empleados trabajen desde casa y que aún así se mantenga una alta efectividad. Los empleados que deben ir al sitio de trabajo, pasan por tapetes que desinfectan las suelas de sus zapatos, se les toma la temperatura dos veces al día, se les hace reportar cualquier síntoma sospechoso, como TOS o dificultad para respirar e inmediatamente tomar medidas para aislarlo.
Los sistemas de aire acondicionado se mantienen apagados para evitar que el aire re-circule entre oficinas, y la gente acepta traer más ropa para tolerar el frío.
La mayoría de los restaurantes solo hacen entregas a domicilio o venden comida para llevar.
En todos los lugares donde la gente hace fila, se exige que se mantenga una distancia de al menos un metro entre persona y persona.
Una medida algo controversial es que se está exigiendo que TODOS traigan cubrebocas. Los cubrebocas, como bien se ha dicho, no son tanto para “protegerte” como para PROTEGER A OTROS en caso de que esté enfermo, porque inclusive las personas que no tienen síntomas pueden contagiar a otras cuando tosen o estornudan sin cubrirse, con la parte interna del codo.
“Una cadena es sólo tan fuerte como el más débil de sus eslabones,” así que para que una medida funcione, todos deben acatar con diligencia.
Para este virus, todavía no hay medicina y ni vacuna. Mientras las farmacéuticas los desarrollan, nos vendría bien mantenernos sanos por nuestro propio bienestar y para evitar saturar los servicios de salud disponibles en nuestro país.
No hace falta esperar a que tengamos 1000 casos que se conviertan en 10,000, para tomar medidas reactivas.
TOMEMOS MEDIDAS PREVENTIVAS.
En conclusión, mientras seguimos aprendiendo acerca de COVID-19, la implementación de medidas preventivas para contener una epidemia pueden resultar mucho más económicas, que las acciones correctivas, y estas son responsabilidad de todos.
No sirve de nada entrar en pánico, pero sí sirve combatir la desinformación y saber lo que le ha funcionado a otros para tener todo bajo control.
Reportaje realizado por Arceli Stubbe
Biotechnology Engineer, specialized in Molecular Biology, and is studying for a Master’s degree in business administration. Currently works in R&D of a pharmaceutical company based in Chengdu, China, evaluating licensing and development opportunities.
She believes that a clearer understanding of science at all levels in society can improve lives in practical ways and is therefore committed to sharing scientific concepts. Moreover, she is a firm believer that communication between cultures, achieving mutual understanding, and learn the best from each other can help the world tackle key issues and challenges.