El detox o la desintoxicación es un concepto actualmente en tendencia en la web y entre las opciones buscadas se encuentran: cápsulas detox, shampoo detox, mascarilla detox, detox para bajar de peso, 7 días para el reto detox y té detox, entre otros. A través de lo cual se observa que durante el último año se ha manifestado una creciente necesidad de aprovechar el tiempo para depurarnos o liberarnos de algo generalmente relacionado con nuestra salud.   

Nadie pone en duda que la tecnología en general permite mejorar nuestra calidad de vida, sin embargo, debido a los tiempos que estamos viviendo, el uso diario de dispositivos como computadoras, ipads, teléfono celulares, videojuegos y televisores inteligentes se ha incrementado de manera notable, y nuestra salud padece las consecuencias.  Tal vez estamos sobre informados y algo ansiosos por las noticias, no descansamos adecuadamente, puede ser que nuestra postura al estar sentados frente a la computadora por mucho tiempo nos esté cobrando la factura y tengamos dolor de espalda o de cuello, a veces ojos irritados, también la luz azul que emiten por ejemplo, nuestros celulares o computadoras portátiles y que le indica a nuestro cerebro que es aún de día, puede provocarnos insomnio. Mención honorífica a nuestros teléfonos celulares, los cuales desde que despertamos hasta unos minutos antes de dormirnos nos acompañan, después de pasar durante el día, horas desplazándonos por la pantalla o estar scroleando (de la palabra en inglés scrolling que significa el movimiento para desplazarnos a través de la pantalla de nuestro celular o computadora).

De acuerdo a algunas estadísticas de HootSuite y We are social, el incremento de los usuarios en las redes sociales a nivel mundial durante el 2020, fue de un 13% e incluso los usuarios de los teléfonos celulares ahora pasan más tiempo en sus celulares que viendo televisión, ubicando a los teléfonos celulares como la pantalla número 1 de las que tenemos, y a nivel mundial se observó que las personas hacemos uso del internet a través del celular, en promedio 3 horas con 39 minutos al día.

Brian Chen en su artículo “Es hora de una desintoxicación digital (y sabes que lo necesitas)”, en el periódico New York Times nos comparte: “Antes de la pandemia, el promedio de tiempo diario que pasaba frente a la pantalla de mi teléfono era de tres horas y media. En los últimos ocho meses, esa cifra casi se ha duplicado”.

Derivado de los momentos que estamos viviendo en cuanto a la crisis sanitaria y a lo que hemos experimentado en todo el mundo, han surgido una serie de palabras a las que actualmente ya nos acostumbramos pero que tal vez no eran tan comunes, algunas ya fueron incorporadas incluso en diversos diccionarios. La Universidad Estatal de California, en Fullerton, Estados Unidos, creó un esquema donde se observan algunas palabras como aplanamiento de la curva, (flatten curve), covibebés, covidivorcio, etc y una que se relaciona directamente con la salud mental es el DOOMSCROLLING que consiste en la búsqueda en Internet de artículos acerca de eventos trágicos o desastres.  Al respecto, la Universidad Global de Londres en febrero de 2021, indicó que sin una fecha definitiva del fin de la pandemia, nuestros teléfonos son el medio para mantenernos al día con lo que ocurre fuera de nuestras casas, lo cual ha llevado a un incremento dramático en el uso de las pantallas. Y añade: “Resulta que nuestros cerebros son mejores, tal vez por una cuestión de sobrevivencia para recordar eventos y emociones negativas, creando una tormenta perfecta entre las noticias negativas y estar scroleando continuamente”.

Existen diversas formas de observar, de estudiar e incluso de divertirse con el detox o la desintoxicación digital, aquí sólo expondré algunas.

La primera tiene que ver con la incorporación en el año 2013, al diccionario Oxford, del término desintoxicación digital el cual fue definido en ese momento como: “El proceso de no utilizar ningún aparato electrónico por un período de tiempo. Esto sucede normalmente cuando el usuario de dichos dispositivos desea des-estresar su vida”. En las recientes definiciones se conceptualiza como: ” Un periodo de tiempo durante el cual una persona se abstiene de usar dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes, televisiones o computadoras, con el fin de reducir su nivel de estrés, centrarse en la interacción social con otros y con el mundo físico que lo rodea. Sin embargo, aún cuando en la academia no existe una definición aceptada, se utilizan diferentes términos para explicar el mismo fenómeno y también se le puede llamar “dieta digital” o “dieta de medios sociales o dieta mediática”. Importante destacar que la desintoxicación digital no se opone al uso de las tecnologías de la comunicación, sino que desea fortalecer su uso de manera consciente, desarrollando estrategias adecuadas. 

La segunda propuesta es la Nutrición Digital un concepto interesante, el cual la psicóloga y coach australiana, Jocelyn Brewer, define como: “Una filosofía libre de culpa que te guía hacia hábitos tecnológicos saludables, mejorando tu conocimiento digital y tu bienestar. En lugar de un detox digital o de desconectarnos, la Nutrición Digital se trata del uso inteligente y propositivo de aparatos electrónicos, así como del consumo consciente de noticias, redes sociales e información en general“.

Brewer realiza una comparación entre el consumo de alimentos versus el consumo digital y señala: “Es importante considerar que nuestras actividades en línea también tienen valores nutricionales y que, al igual que la comida, se deben tomar en cuenta los tipos de vitaminas, minerales y calorías de nuestros hábitos digitales: existe comida chatarra y superalimentos en el mundo del internet y nos beneficiaría mucho ponernos a pensar cómo podemos crear estilos de vida digitales que fortalezcan nuestro bienestar”. 

Brewer considera que monitorear el tiempo que pasamos frente a una pantalla ya sea un celular o ipad, es igual a contar calorías: es decir, es sólo una forma de considerar nuestras necesidades dietéticas, sin embargo en el mundo de la nutrición, esas necesidades varían de acuerdo a diversos factores como: La edad, el metabolismo y la actividad física, además de esto se deben tomar en cuenta los nutrientes de cada alimento, como las grasas, los azúcares, por ejemplo, es diferente ingerir 400 calorías de una pizza de pepperoni a 400 calorías por comer bastoncitos de zanahoria, de manera similar el estar scroleando Instagram durante 1 hora tendrá efectos distintos a 1 hora aprendiendo un idioma a través de una plataforma de aprendizaje como Duolingo o Italki.

La tercera es la búsqueda de una tendencia más o menos reciente llamada Turismo de Desintoxicación Digital investigada a nivel internacional y que por sus siglas en inglés se conoce como DDT o DDH, que significa Turismo o Vacaciones de Detox Digital, respectivamente.

Un ejemplo de tal perspectiva es esta agencia que incluso se llama Detox Digital y que desde 2012, organiza este tipo de experiencia señalando que estos viajes permiten a la persona que lo necesita estar unos días sin dispositivos, en grupos de personas con el mismo interés. Por lo que se observa en su página, la agencia ofrece experiencias cuyo objetivo es inspirar, educar y empoderar individuos para crear vidas más significativas, equilibradas y conscientes, a través de viajes libres de dispositivos.

¿Y por qué alguien haría un viaje de este tipo?

Dos asistentes de profesor del área de Marketing  de la universidad de Nottingham Ningbo China, Yangyang Jiang y MS Balaji MS, en 2020 encontraron que entre los motivos que influyen en tomar unas vacaciones para desintoxicarse digitalmente se encuentran: el mindfulness, es decir, la atención o consciencia plena, el estrés por el uso de la tecnología, la relajación y la auto- expresión.

Y por otra parte en una investigación realizada en el Cairo, Egipto, Hebat Allah, Ali Sayed y Mohamed Gaafar, reconocen que un gran número de personas llamadas nativas digitales, es decir, aquellas personas que nacieron en pleno boom o auge de las nuevas tecnologías y que se han educado con ellas desde su origen, se negaron a estar desconectados por largo tiempo durante sus vacaciones, sugiriendo algunas facilidades tecnológicas en algunos puntos del destino turístico, ya que ellos sí consideran que la tecnología es útil a cierto nivel. Los investigadores también encontraron que entre los motivos para que se realicen este tipo de turismo se encuentran: evadirse, relajarse, por salud-bienestar, así como para crear lazos afectivos.

¿Y qué hago si deseo empezar a desintoxicarme digitalmente? Si he tomado la decisión de, para probar, hacer detox digital digamos: ¿1 vez al mes? ¿Apago todo y ya? No, no, no.

Existen diversas opciones en la red, aquí solo mencionaré algunas: 

1: Idea un plan.

Brian Chen, en su artículo del New York Times, reporta que algunos especialistas le comentaron: “No todo el tiempo frente a las pantallas es malo; después de todo, muchos estudiantes asisten a clases a través de diversas aplicaciones de videoconferencia”. 

Así que el primer paso es evaluar qué parte del tiempo frente a una pantalla te resulta negativa y te hace infeliz, o qué aplicaciones si las hay, estoy segura que sí hay, así que por favor hagámos este ejercicio de autoevaluación. 

Al respecto la Universidad Global de Londres, señala: “Si al leer cierta información te hace sentir estresado, exhausto o agotado en lugar de fortalecido, informado o especializado, tal vez estás doomscroleando demasiado”. 

2: Crea un plan.

Elabora ya, un plan REALISTA para minimizar el consumo de lo negativo. Podrías establecer metas modestas, como un límite de tiempo de veinte minutos al día para leer noticias los fines de semana. Si te es posible, tal vez puedes convertirlo en una meta diaria. 

La repetición te ayudará a formar nuevos hábitos. Sé constante y toma lápiz y papel o una cartulina e inicia. ¡Elabora tu horario! 

3: Crea zonas sin teléfono.

Esta es una opción muy recomendada por diversos especialistas: El tener que recargar la batería de nuestros celulares durante la noche, no significa que los dispositivos deben estar a nuestro lado mientras dormimos. 

También a la hora de desayunar o cenar con tu familia, roomie, pareja, etc., puedes poner siempre tu teléfono en el librero, en la repisa o un lugar específico, el cual no intervenga con tu conversación con ellos.

4: Duerme más esta noche

Debido al tipo de luz que emiten los celulares, lo recomendable es dejar de utilizar el celular UNA HORA antes de dormir. Sí, efectivamente UNA HORA, cuidémos nuestro tiempo para dormir y ¡privilegiémoslo! Si usas tu celular como despertador tal vez puedes comprar un reloj despertador y listo. 

En caso de despertarnos a mitad de la noche, evitemos acercarnos al celular y ver la hora, ya que nos angustiaremos, nos costará trabajo conciliar el sueño y crearemos un círculo vicioso. 

Para sustituir el uso del teléfono antes de dormir, podemos leer, dibujar, escuchar música, etc. Procuremos también tener una estación de carga fuera de nuestra habitación.

5: No te enganches

Los productos tecnológicos han diseñado muchos mecanismos para mantenernos pegados a nuestras pantallas. 

No diremos nombres, pero algunas redes sociales, crearon sus páginas de novedades para que podamos desplazarnos sin cesar y ver las últimas noticias, maximizando el tiempo que pasamos en sus sitios y a veces ¡ni siquiera nos damos cuenta!

6: Desactiva las notificaciones 

Una opción que nos dan las redes sociales es desactivar las notificaciones o avisos, mantén sólo las que son esenciales para tu trabajo y para el contacto con la gente que te importa. 

Recuerda que siempre tienes la opción de silenciar o poner en segundo plano, las notificaciones de los 5, 8 o 15 grupos a los que perteneces. 

¡Hagamos prioridades digitales!

Como han visto hay alternativas para desintoxicarnos digitalmente o utilizar la tecnología de una forma consciente y que no nos estrese. La idea no es satanizar el uso de los dispositivos electrónicos, sino que sean utilizados como una herramienta eficiente. 

En verdad creo que de vez en cuando un detox digital nos caería bien, ¿no creen? 

Y recuerden: PRIVILEGIEMOS NUESTRA SALUD MENTAL