Si alguna vez has sentido que durante los meses de otoño e invierno tu cabello se cae más de lo normal, ¡no eres la única! es algo muy común que ocurre con el cambio de estación. Algunas de las razones mas frecuentes son:
1.- El ciclo de crecimiento del cabello:
- El cabello tiene ciclos de crecimiento. Lo creas o no, tu cabello no crece a un ritmo uniforme durante todo el año, sino que pasa por cuatro ciclos diferentes a lo largo del año. Empezando por la fase anágena, que es la fase de crecimiento. En esta fase crece el 85% del cabello y lo hace muy rápido.
- Luego procede la fase catágena, que es una breve transición en la que los folículos pilosos se encogen y se desprenden de las células de la piel, cortando el suministro de sangre al cabello.
- La siguiente fase es la telógena, en la que el pelo simplemente descansa y apenas crece.
- Y, por último, tenemos la fase exógena, en la que se empiezan a desprender más cabellos de lo habitual antes de que el ciclo comience de nuevo.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas pasan por la fase telógena en junio/julio y los cabellos se caen unos 3 meses después, lo que coincide perfectamente con el periodo de septiembre/octubre.
2.- Descenso de la temperatura:
La brisa fría del otoño y el invierno trae consigo algo más que una baja de las temperaturas. Junto con ella, llega la piel más seca y estresada, y eso incluye el cuero cabelludo. Por lo que es tan importante mantenerse bien hidratado durante los meses de invierno así como durante los de verano. La disminución de la temperatura puede provocar resequedad e irritación en el cuero cabelludo, cuya consecuencia puede ser la caída del cabello. Además, con menos humedad en el aire, es más probable que tu pelo se vuelva mas quebradizo.
3.- Cambios en la dieta:
Durante los meses más fríos, tendemos a consumir alimentos con mas alto contenido de carbohidratos. Un buen plato de pasta o una taza de sopa caliente suenan mejor que mariscos en los meses de otoño e invierno con toda razón. Sin embargo, estos cambios en nuestra dieta también pueden ser un factor determinante. La falta de hierro es muy característico en estos casos, ya que el hierro ayuda al cuerpo a producir hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos. Ésta transporta oxígeno a las células, incluidas las del cabello, y ayuda al organismo a crecer y repararse. La insuficiencia de proteínas puede provocar la caída del cabello, ya que los folículos pilosos están formados principalmente por proteínas. Por eso es importante seguir consumiendo cantidades adecuadas de proteínas y hierro y no sólo carbohidratos.
Algunos consejos para ayudar a mantener tu cabello sano durante esta época del año:
1. Consume alimentos ricos en hierro como ternera, cordero, gambas, espinacas, boniatos y brócoli
2. Consume suficiente vitamina C para ayudar a la absorción del hierro.
3. Consumir suficientes proteínas (una media de unos 30 g de proteínas por comida).
4. Manténgase hidratado.
5. Masajea regularmente tu cuero cabelludo para promover el flujo sanguíneo y el oxígeno a los folículos pilosos.
6. Controla tu estrés con meditación, buen sueño y adaptógenos como la ashwagandha.
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